Desde siempre se ha concentrado el voto de aquellas personas que se consideraban de centro, de centro derecha o de derechas en un mismo partido, el Partido Popular. Con Aznar se unificó este voto de los liberales, conservadores y del ala más cristiana pero a día de hoy, el silencio y el inmovilismo de Rajoy en muchas de sus políticas ha llevado a la creación de nuevos partidos por pura necesitad vital. Se ha criticado que el Gobierno y el partido que lo sustenta no hayan actuado firmemente o de no haber podido, al menos hayan tenido más gestos en temas como el terrorismo o la unidad de la nación española.
La semana no empezó bien para el PP con la noticia de la baja de la persona que logró el mejor resultado para el partido en Cataluña, Alejo Vidal-Quadras, que a través de una carta al Presidente del Partido Popular y un vídeo dirigido a todos los afiliados y simpatizantes dejaba bien claro que no estaba dispuesto a seguir en un "rebaño" y que su marcha no implicaba que él hubiese cambiado sino que consideraba que lo había hecho el partido. Esto supone un problema para el PP que, aunque no lo reconozca, tanto esta marcha como la marcha de Ortega Lara y Santiago Abascal con la posterior creación del partido VOX hace que el PP pierda votos de algunos de esos sectores de donde sacaba una importante cantidad de votos. Desde dentro del partido algunos pueden mostrar agradecimiento por su marcha ya que últimamente se “oían más quejas hacia el partido y no se ha hablado tanto de lo que nos une” decía Jesús Posada en declaraciones a la prensa. Lo cierto no es bien bien eso, sino que desde la cúpula general no se ha prestado atención, no solo a los afiliados que serán el futuro del partido, sino que tampoco a sus propios dirigentes. Véase por ejemplo las discrepancias que ha generado el borrador de la reforma del aborto de Gallardón.
Otro de los motivos por los cuales se ha generado una distancia en las filas del PP ha sido la cuestión sobre Cataluña. Me pareció muy bien que Rajoy dijera el pasado fin de semana en Barcelona que “España no se va a romper” y que “el referéndum no se va a celebrar”, pero me gustaría también que explicase cuales son las herramientas que tiene el Estado para frenar este tipo de acciones. Tan solo UPyD no ha tenido reparos en hablar del artículo 155 CE que implicaría la suspensión de la autonomía catalana. ¿Por qué tanto silencio en esconder sus cartas cuando realmente no se enseñan sino que tan solo se explica las diferentes jugadas que pueden provocar el “jaque mate” de Cataluña?
En conclusión y analizando la situación que está atravesando el PP es importante que ellos mismo tomen nota y pongan fin a este tipo de acciones predictibles. Que pongan fin solo si quieren obviamente, porque si el PSOE a día de hoy está como está es por su situación interna en primer lugar, y por la existencia de otras izquierdas en segundo lugar. El PP con su inmovilismo en ciertos temas está movilizando precisamente a sus dirigentes y lo más importante, a su electorado, a marcharse a otras formaciones que muy probablemente a día de hoy no lleguen a tener representación, pero si significara una pérdida de votos importante para quien desde el nacimiento de la democracia ha sido el partido referente a una ideología de centro derecha, el PP.La ruptura de la derecha ¿Por qué tanto silencio de Rajoy en esconder sus cartas cuando realmente no se enseñan sino que tan solo se explica las diferentes jugadas que pueden provocar el “jaque mate” de Cataluña?
Desde siempre se ha concentrado el voto de aquellas personas que se consideraban de centro, de centro derecha o de derechas en un mismo partido, el Partido Popular. Con Aznar se unificó este voto de los liberales, conservadores y del ala más cristiana pero a día de hoy, el silencio y el inmovilismo de Rajoy en muchas de sus políticas ha llevado a la creación de nuevos partidos por pura necesitad vital. Se ha criticado que el Gobierno y el partido que lo sustenta no hayan actuado firmemente o de no haber podido, al menos hayan tenido más gestos en temas como el terrorismo o la unidad de la nación española.
La semana no empezó bien para el PP con la noticia de la baja de la persona que logró el mejor resultado para el partido en Cataluña, Alejo Vidal-Quadras, que a través de una carta al Presidente del Partido Popular y un vídeo dirigido a todos los afiliados y simpatizantes dejaba bien claro que no estaba dispuesto a seguir en un "rebaño" y que su marcha no implicaba que él hubiese cambiado sino que consideraba que lo había hecho el partido. Esto supone un problema para el PP que, aunque no lo reconozca, tanto esta marcha como la marcha de Ortega Lara y Santiago Abascal con la posterior creación del partido VOX hace que el PP pierda votos de algunos de esos sectores de donde sacaba una importante cantidad de votos. Desde dentro del partido algunos pueden mostrar agradecimiento por su marcha ya que últimamente se “oían más quejas hacia el partido y no se ha hablado tanto de lo que nos une” decía Jesús Posada en declaraciones a la prensa. Lo cierto no es bien bien eso, sino que desde la cúpula general no se ha prestado atención, no solo a los afiliados que serán el futuro del partido, sino que tampoco a sus propios dirigentes. Véase por ejemplo las discrepancias que ha generado el borrador de la reforma del aborto de Gallardón.
Otro de los motivos por los cuales se ha generado una distancia en las filas del PP ha sido la cuestión sobre Cataluña. Me pareció muy bien que Rajoy dijera el pasado fin de semana en Barcelona que “España no se va a romper” y que “el referéndum no se va a celebrar”, pero me gustaría también que explicase cuales son las herramientas que tiene el Estado para frenar este tipo de acciones. Tan solo UPyD no ha tenido reparos en hablar del artículo 155 CE que implicaría la suspensión de la autonomía catalana. ¿Por qué tanto silencio en esconder sus cartas cuando realmente no se enseñan sino que tan solo se explica las diferentes jugadas que pueden provocar el “jaque mate” de Cataluña?
En conclusión y analizando la situación que está atravesando el PP es importante que ellos mismo tomen nota y pongan fin a este tipo de acciones predictibles. Que pongan fin solo si quieren obviamente, porque si el PSOE a día de hoy está como está es por su situación interna en primer lugar, y por la existencia de otras izquierdas en segundo lugar. El PP con su inmovilismo en ciertos temas está movilizando precisamente a sus dirigentes y lo más importante, a su electorado, a marcharse a otras formaciones que muy probablemente a día de hoy no lleguen a tener representación, pero si significara una pérdida de votos importante para quien desde el nacimiento de la democracia ha sido el partido referente a una ideología de centro derecha, el PP.
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