Al galés Tom Jones a sus 74 años, edad que se le nota por cierto, nadie le va a discutir ahora su carrera. Pero en la pasada noche, por culpa de su mánager, echó un borrón encima en el Starlite Festival de Marbella. Este impidió la presencia en el concierto de fotógrafos, cámaras de Tv y otra parte de la prensa. Incluso a los de la misma organización. Un desatino en estos tiempos que no habían impuesto otros artistas de esta edición. Hay que recordar lo que para el "tigre de Cardiff" ha representado la prensa en su vida.
El concierto duró algo más de una hora y media, del tirón. 18 canciones y 4 bises seguidos para un público entregado, con mayoría inglesa y gibraltareña, y de edad madurita. A nosotros nos pilló el no poder entrar, por lo que vivimos la experiencia curiosa de escuchar el concierto desde el Starlite Lounge. Uno, de trayectoria laborar larga e internacional, ya tiene algo más que contar.
Oí que el cantante mantiene su fuerza en el escenario, su comunicación con el público y ese sex appeal que tanto éxito le sirvió en su carrera.
No faltaron sus mejores temas como "Delilah" o "Sex Bomb", coreados por el entregado público que bailaba en las gradas del auditorio de la Cantera de Marbella. Les deleitó también con
canciones de sus dos álbumes más recientes, “Praise & Blame” y “Spirit in the room".
Una vez terminado el concierto había más elogios que comentarios críticos por parte de los asistentes al concierto. Mereció la pena por lo que decían.
El Starlite Festival entra en su última semana, donde habrá de todo tipo de géneros. Kool & The Gang(19), Siempre Así(20), El Tributo a Abba(21) y el cierre con Alejandro Sanz(22).
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