Podemos entender el concepto de participación ciudadana como el conjunto de acciones o iniciativas que pretenden impulsar el desarrollo local y la democracia participativa a través de la integración de la comunidad al ejercicio de la política. Es importante señalar el hecho de que estamos hablando de una democracia participativa, en la que el ciudadano va mas allá de simplemente votar para elegir a sus representantes y se involucra en la toma de decisiones políticas que se llevan a cabo.
En México, la noción de la democracia oscila entre representativa y participativa ya que por periodos la ciudadanía se involucra mas o menos en la vida política del país.
Por ejemplo: una encuesta llevada a cabo en el 2004 por la Secretaría de Desarrollo Social en México, muestra que solo el 14% de los encuestados había participado en alguna actividad conjunta a un partido político, y el 59% refirió que en el lugar donde viven, la gente trabaja en conjunto de forma “poco frecuente” para resolver un problema de la comunidad. Sin embargo, en los últimos años, se han elevado los indices de participación ciudadana, de acuerdo a un articulo publicado en el 2013 por el Tribunal Electoral del Distrito Federal, afirma: “Los comités vecinales… han ayudado a contrarrestar el poder de las autoridades, dando voz y voto a los ciudadanos y, en muchos casos, han logrado detener acciones políticas que afectaban a la ciudadanía”.
Muchas veces (y me incluyo) nos limitamos a señalar lo que está mal en nuestro país, y dejamos de lado el cómo podemos participar para mejorarlo, si bien es difícil llevar una iniciativa hasta sus resultados prácticos, se puede lograr en conjunto; quizá esta es la razón por la que tantos ciudadanos se quedan en la “grilla”, nos preguntamos ¿qué efecto va a tener mi iniciativa como individuo?, debemos recordar que el cambio se lleva a cabo de forma colectiva, tomar conciencia de nuestro poder como mayoría y tener el valor de organizarnos y llevarlo a cabo.
Repasemos algunas formas de participación contempladas en la ley:
Plebiscito: Es una forma de participación ciudadana mediante la emisión de un voto de confianza o de rechazo hacia un acto o decisión política de un gobernante.
Referéndum: Consiste en la aprobación o no de los ciudadanos respecto a una propuesta sobre un texto legislativo… en el sentido de reformar, adicionar, derogar o abrogarla.
Revocación de mandato: Es un procedimiento mediante el cual la comunidad electoral puede promover la destitución de los representantes electos antes de que concluyan su periodo.
Iniciativa popular: Es la facultad que se atribuye a los ciudadanos para que, logrando cierto numero de firmas, puedan hacer llegar un proyecto de ley al órgano legislativo, mismo que deberá ser sometido a análisis y debate, conforme a la reglamentación aplicable.
Si bien estas son solo las formas contempladas en la ley, existen muchas otras maneras en que la ciudadanía se puede organizar para ejecutar cambios importantes en la vida del país y mejorar las condiciones sociales. Fomentar el respeto mutuo y la pluralidad de opiniones en materia de política, apoyar a la economía local, las pequeñas empresas, participar en eventos culturales y de beneficencia, juntas vecinales, etc, todas estas actividades están enfocadas al desarrollo social de los ciudadanos, que muchas veces es hecho a un lado por los legisladores y representantes políticos, que dan prioridad a las reformas que benefician económicamente los intereses de unos cuantos.
Vale la pena recordar que el país le pertenece a los ciudadanos y que si bien existe un representante político, solamente tiene como función trabajar para el pueblo, de la misma forma, el pueblo debe trabajar para si mismo, fomentando un ambiente de cooperación en lugar de competencia y de desarrollo social antes del interés particular.
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