He escuchado con detenimiento la comparecencia de Pablo Iglesias en televisión y compruebo que está más descentrado que un pulpo en un karaoke. No sé si es que lee y no entiende lo que dice o le conviene hacer un papel que le queda grande. Tan mal le han informado sus carísimos y barateros asesores que le han colado expresiones y adjetivaciones que el doble Gobierno no ha sabido cumplir por dejadez y permanente torpeza.
¿Nos habla, Pablo, de “compromiso” tras más de 1.000 muertos por la deficiente gestión político-sanitaria? ¿Nos habla de “no dejar a ningún ciudadano atrás”, cuando incumplen sistemáticamente sus propias normas y requisan material sanitario a las comunidades de signo distinto al Gobierno central? ¿De qué estamos hablando, señorito de la casta?
¿Seguirá dándonos el mal ejemplo que le caracteriza? ¿Cuántas veces más se saltará la cuarentena? Esa chulería ya se la han restregado por la cara sus compañeros ministros, pero cuando esto pase la población le va a restregar muchas cuestiones más. Y también a su barragana, pero cuando esté de vuelta casa y no esté “sola ni borracha”. De momento vamos con la colección de sandeces que ‘corona’ ya al vulgar Gobierno que utiliza a Fernando Simón como parapeto de su ineficacia y su nula gestión en el Covid-19..
En mis años de viejo latín, siempre aprendí que hacer arengas -- sobre todo si eran largas-- era propio de gente ociosa. Pero lea cómo una profesional, médico militar, arenga de forma magistral a la población con un mensaje excelente y de gran calado:
“Como os habéis quedado en casa, hay trillones de coronavirus que no han podido encontrar un nuevo huésped y han muerto. Quería que lo supieseis, (…), que hay que contar también las bajas del enemigo para mantener alta la moral de la tropa”.
Un mensaje así cala más que los atropellos dialécticos de nuestros políticos, muchas veces sin apenas formación y muy dados a enfrentar a los territorios. Ya saben aquello de: “Divide et impera”. Es evidente que este tipo de políticos populistas son ruines hasta para abordar una crisis de brutal envergadura, como la que nos ocupa.
Me gustaría saber qué información tenía el señor Simón cuando decía que “España no iba a tener más allá de algún caso aislado de coronavirus”. Respecto a la transmisión del virus, y mientras se reía de la pregunta, se creció con aquello de “No habrá transmisión local. Si la hay será muy local y muy controlada”. El día 6 de marzo, antes de la despreciable manifestación, que ya representa una guerra declarada a la insolidaridad nacional, alardeaba de que “la epidemia ya ha empezado a remitir”; no les cuento cómo se disparó 72 horas después porque ya lo conocen. Y resulta que según este “genio”: “Va a ser solo unos días, de verdad, no es tan grave”. No iba a ser grave, pero cuando esto escribo ya se ha cobrado 1.400 muertos y la infección sobrepasa los 26.000 contagiados. Y eso que no nos dan las cifras reales, por miedo a la alarma que ya han creado.
Desde hace días las redes sociales intentan localizar a una joven que, con guantes y cartel en mano, gesticulaba para que se viera eso de “El machismo mata más que el coronavirus”. Mira por dónde la realidad ha dado la vuelta al cartel.
De las actitudes burlonas de esa mediocre izquierda feminista se ha pasado a mensajes canallescos tras los conatos de violencia provocada durante la manifestación. Muchos nombres y apellidos me asaltan, pero los evitaré hoy. Pasada esta “guerra”, estoy seguro de que todos vamos a soltar “sapos y culebras” al culpabilizar al Gobierno de nefasta gestión y ya veremos cuántos miles de muertos. Esta vez quisiera equivocarme.
Finalmente, reflexionen un momento: con 1.500 muertos a la espalda del Gobierno; una sarta de estupideces declaradas a los medios; una inusual desinformación; la retención de material quirúrgico en las aduanas mientras los coches oficiales se llevan cajas marcadas con puntos rojos (de ello hablaré esta tarde); el abandono de las CC.AA. a su suerte; el constante desprecio a la ciudadanía; la inmejorable gestión de las comunidades frente al desastre del Gobierno socialcomunista; el abandono de los mayores y tratamiento selectivos de pacientes….. ¿Qué estaría pasando con las hordas “borrokas” de esta izquierda populista, si un gobierno de la derecha o del centro derecha estuviera en el poder?
Ahí lo dejo. No necesito respuesta porque ya la conozco.
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