Expertos de la Clínica San Miguel-Línea, centro perteneciente a la Línea de Rehabilitación Psicosocial (LRHP) de Hermanas Hospitalarias, han destacado el comportamiento "ejemplar" de personas con problemas mentales durante el confinamiento por el Covid-19.
"La experiencia real es que la mayoría de las personas que se han saltado el confinamiento han sido personas de población general, por lo que habría que replantearse la imagen que tienen en la sociedad y los medios de comunicación las personas que padecen algún problema de salud mental", ha comentado la coordinadora de la Residencia San Miguel de Madrid, Cora Caamaño Serna.
La Línea de Rehabilitación Psicosocial (LRHP) atiende en Madrid y Extremadura a más de 300 usuarios en recursos residenciales. Desde el decreto del estado de alarma estos recursos apenas han contabilizado contagiados por la Covid-19, lo que en palabras de Caamaño se explica en parte por el comportamiento "ejemplar" de los usuarios.
"Hay que destacar la capacidad de adaptación, de sacrifico, de tolerancia a la incertidumbre de los usuarios. También su confianza en el equipo y en lo que les pedimos, así como su paciencia. Claro que no todos lo han llevado igual, como ocurre entra la población general. Para algunos ha sido más difícil, pero la mayoría han respondido muy bien y de hecho gracias a eso ha sido posible que no haya habido ningún contagio", ha dicho la experta.
A su juicio, las personas con problemas de salud mental de los recursos residenciales de la LRHP son "un ejemplo de paciencia", de "comprensión" de la situación e, incluso, de empatía. "La gente no se imagina la cantidad de veces que les he escuchado animarnos a los profesionales y agradecernos nuestro trabajo", ha aseverado.
Asimismo, ha comentado que el hecho de "no haber tenido contagios" ha contribuido también el hecho de las unidades residenciales "sean pequeñas y no masificadas" y que algunas de las personas con problemas de salud mental que atienden tengan "pocas relaciones sociales", algo que, de "forma paradójica" podría haberles protegido.
No obstante, ha reconocido que de un día para otro los centros han tenido que "reinventarse" como recurso y adaptar "muchísimas cosas del día a día", algo que ha sido "muy duro" tanto para los profesionales como para los usuarios.
Además de todas las medidas relacionadas con la movilidad y la evitación de aglomeraciones, en los recursos residenciales de la LRHP se han tomado otras múltiples medidas orientadas por los protocolos desarrollados por las administraciones públicas para evitar los contagios y que los usuarios tuvieran sus necesidades cubiertas.
"Todo esto ha supuesto un esfuerzo extra, tanto a nivel físico como psicológico, por parte de los trabajadores y colaboradores de los recursos residenciales y estoy muy orgullosa. Hemos tenido momentos de un trabajo desbordante y muy intenso, pese a lo cual todos los empleados han respondido con toda la energía, incansables, sin fallar ni un solo día y con el mejor ánimo del mundo a pesar de que algunos de ellos estuvieran atravesando situaciones personales muy duras", ha zanjado Caamaño.
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