Verano del 87. En 1987 ocurrieron muchas cosas. Guns N’ Roses sonaba por primera vez, U2 tocaba en el Santiago Bernabéu, se celebraba la primera gala de los Goya, Mijail Gorbachov llegaba a presidente y Margaret Thachter ganaba su tercer y último mandato como primera ministra. Y justo en mitad de este año, Eve Rosen desea cumplir sus sueños. Eve Rosen tiene veinticinco años y es un personaje ficticio de la nueva novela de Karen Dukess, El último libro. La joven desea convertirse en escritora, aunque en realidad su futuro parece incierto. Así, llegó el caluroso verano neoyorkino de 1987. Ella se encontraba en un aburrido trabajo como asistente editorial, pero, por azares del destino, cambió de empleo y se encontró asistiendo a una fiesta que la escena editorial de Nueva York suele celebrar año tras año en mitad del verano. Esta fiesta consiste en ir disfrazados de personajes literarios. Como en toda fiesta multitudinaria, también es un nido de conflictos y posibles malentendidos, en uno de los cuales se ve sumergida Eve. Y así es como descubre que el mundo literario al que tanto anhela pertenecer, definitivamente, no es lo que parece.
La obra no solo es una historia de amor y ambición en un escenario inconfundible, sino también, como reza su subtítulo, todo un homenaje al poder de la literatura, pues recrea con fuerza el mundo editorial de la cosmopolita ciudad de Nueva York en los años 80. En estos momentos, en los que tan perjudicada se ha visto la industria debido al parón editorial durante el confinamiento, estamos ansiosos de hablar de libros y editores, y con este libro de Karen Dukess conseguimos calmar las ganas.
Por momentos, El último libro nos recuerda a obras míticas como El gran Gatsby y Eve Rosen a una Coco Chanel neoyorkina que, en vez de hacer saltar los casinos de Montecarlo, se pasea por las playas de Cape Cod.
Toda una apuesta nostálgica de Planeta de libros que nos obliga a tener un lápiz entre las manos para apuntar muchas más ¡recomendaciones literarias!
«Me entregó un volumen de tapa dura que se titulaba El señor Blandings construye su hogar de ensueño. Yo nunca había oído hablar de ese libro y me sorprendió enterarme por Alba de que habían hecho una película basada en esa obra, cuyos protagonistas fueron Cary Grant y Myrna Loy».
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