Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Libros
Etiquetas | Poema | Escritores | Caballo

​Caballos sobre el Rey

Un poema de Ángel Padilla
Ángel Padilla
viernes, 10 de julio de 2020, 08:06 h (CET)

La margarita no cedió


el polen, funerario, no cedió


la pata del tauro se mantuvo hincada, en lo alto sintiendo el viento


margarita azul del mar giró desde la ira de las camas de los solos y de mi madre en el viento aturdida de no verme mamá

Y fue un acto justo hermana.
Sin posibilidad de respuesta Sol mío en mi día.

Siglos, temporadas sin fin de arrastrar las carroza del rey su montaña su pelo de espectro.


Zafiros, faralaes, mortajas aventadas bajo la tierra


y mortadas aventadas sobre el circo


fajados correajes sobre Equiano hechos con las pieles


de otros animales


la bota con la espuela en la noche, tú las miraste las estrellas, eran espuelas, qué poco supiste, mi mejor amigo


de los carros animales


y de las casas grisecitas calladas con gente...

¿Qué creías, oh tirano y mortal rey,


que los hijos de las montañas no se comunican?



Del felino al infante, a hocico a hocico,


de establos a los establos,


cascos golpeando el suelo

Fue largamente planeado:


Día de la hispanidad


El rey juan carlos I de África mueve la manita atún suflé pan negro


Y

Te aplaude la turba, traje pardo profundo y decenas de insignias



El firmamento se levantó sobre sus patas de atrás


pifiando nubes oscurecidas sucias,


vientos enérgicos oé

que hicieron volcar las carrozas caer militares y pipas Missouri Hole


Oh Cielo tú sólo eras un caballo libre azul junto con ellos!



Corrían, crines larguísimas subiendo y bajando lentamente,


como en un film de terror

Los lobos perros liberados


Se detuvo el Himno


Se detuvo el mar, sus olas, aguantando la respiración



Rey, fantoche, corría, cayéndosele la corona,


pateada por el primer caballo


que le llegó,

Azabache


brillaba su lomo ya libre


como la alegría y la muerte.



Pronto decenas de caballos pasando


por encima del cuerpo del


ciudadano rico que se creyó algo,


sólo eran despojos su cuerpo


en el asfalto nuevo de la gran avenida


de la celebración

Sonaron todos los disparos


Caballos blancos con largas colas y crines fueron cayendo


muertos


Tono tierra


muchos


caballos

Tono del mar


ya sin vida


cubriendo con sus onerosos cuerpos,


en montaña,


al rey.

Ay, mamá, era real y pasaba. Y era lo Justo.



El cielo azul Inmenso volvió a alzarse



relinchó como un trueno


que oscureció la altura y llovió a cántaros

Los caballos finados, al agua, empezaron a levantarse


De amarillos a ramas verdes


y huyeron a una de allí



por entre calles



casas habitaciones



camas tumbas épocas voces muros mundos abiertos



farsas verdades
Hasta su torno en el campo el río la hoja amarilla.



Madre, eso pasó exactamente como te cuento



Entonces fue cuando tú me pariste

Noticias relacionadas

Ante el culto léxico utilizado en la creación de sus poemas y los escritos en prosa, la comprensión y entendimiento a Rubén Darío, no es nada fácil, lo que en alguna manera ha provocado que la juventud no lo lea y no lo estudie muy a pesar de su grandeza como poeta genial, que contribuyo arraigar nuestra identidad nica e hispana.

Jesús de Belén, Tu dulce mensaje, nos llega de nuevo esta Navidad; es el momento, la oportunidad, para conseguir un nuevo ropaje.

Miel azul… vaya utopía… la mía. Miel color cielo y cielo deseado, amado, valorado. Miel azul, azul miel. Tú y yo hasta el más azul de los azules, oyendo a Sabina cantar, recitando poesías y queriendo creer, viendo, como otros se afanan en no hacerlo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto