Nadie fuera de nuestras fronteras puede comprender el aguante español, es decir, la impasividad con la que vemos las cosas y la poca capacidad de reacción que demostramos.
En México, por ejemplo, a los bebés cuando van por la calle los tapan completamente, ya sea en brazos o en el cochecito, en este, el volumen de aire que queda dentro del habitáculo es grande, pero cuando los llevan en brazos, como la mantita cae por detrás del hombro de la persona que lo transporta, el volumen de aire se reduce muchísimo, de tal manera que cuando vemos a un adulto un poco atravesadillo se suele decir que de pequeño le llegó poco oxígeno al cerebro (un poco irónico, se entiende). Quizás tenga su explicación en evitar que respiren la mucha contaminación ambiental.
Aquí esa costumbre no existe pero viendo el comportamiento que tenemos actualmente, me da que pensar, ¿nos darán de pequeños junto con el biberón o la teta algún tipo de anestésico que nos hace inmunes al desasosiego? Visto lo que estamos viendo no sería de extrañar.
Aguantamos todo tipo de insultos, humillaciones, vejaciones, aniquilamientos económicos, aberraciones judiciales, romper la paz social, arengar al odio y al rencor, etc., todo ello generado por el gobierno que nos desgobierna. Un presidente arrogante y soberbio que por permanecer en el poder pacta con quién sea, ha escogido unos socios que no mienten, hablan claro, dicen lo que quieren conseguir y lo están logrando gracias a un títere sin escrúpulos que se lo consiente todo.
Un mediocre nunca se rodea de gente de altura intelectual porque le harían sombra y eso no lo soporta. Deben ser como mucho, como él o peor. Por esa razón estamos gobernados por un Iván mercadotécnico (bueno en su quehacer) pero nada más. Puro teatro y escenografía para hacer creer a los muchos incautos, que estamos en lo mejor y que el salvador de la patria, Sánchez, les va a resolver sus problemas. Lo malo de todo esto es que cuando estemos inmersos en la más absoluta ruina, cuando tengamos que vivir de limosnas del estado, porque no habrá trabajo, cuando estemos privados de libertad y se carezca de lo imprescindible para tener una vida digna, como pasa en Venezuela y en otros países tercermundistas, cuando hayan emigrado los jóvenes preparados y grandes empresas, generadoras de empleos, cuando el futuro se vuelva del todo negro, será demasiado tarde para reaccionar sin llegar a la violencia, porque ni siquiera habrá tejido social para llevarlo a cabo.
La ignorancia por defecto u omisión, es lo peor que le puede suceder a un país. En nuestra débil democracia ningún gobierno se ha preocupado de ponerlo en valor y el sistema educativo está totalmente deteriorado. Lo de “el saber te hará libre” no les interesa a ninguno porque una sociedad aborregada es mucho más fácil de conducir por los vericuetos apetecibles en cada momento.
Tener fe es creer en lo que no se ve y la estulticia es la ignorancia, necedad o estupidez de una persona, o sea, que siguen creyendo con una fe absoluta lo que están viendo y ahí siguen erre que erre.
¡Eso es lo que tenemos señores! Otra vez las dos Españas de Machado. O nos ponemos las pilas todos, o esto se va al garete irremisiblemente.
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