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Narcicismo en Instagram

El narciso es alguien obsesionado consigo mismo y que presta escasa atención a su prójimo
Octavi Pereña
martes, 13 de octubre de 2020, 10:21 h (CET)

Ante las numerosas situaciones aterradoras que afectan a nuestra sociedad David Barenboim director de orquesta, dice. “Hay muchas y variadas razones. Muy complejas. Empezaron por Internet. De posibilidades únicas que hemos podido comprobar. Pero que mata la curiosidad. Si necesitas algo das con el dedo y ya está. Esto produce una confusión entre la educación y la información. La curiosidad requiere tiempo y nuestra sociedad es impaciente. La curiosidad es el elemento que la hace progresar. Internet en si no es culpable. Es el uso que las personas hacemos de esto. Con esta frase: ¿Qué es un cuchillo? Algo con el que puedes cortar un pedazo de pan y dar de comer a la gente o una arma con la que puedes matar a alguien. Internet es esto: un cuchillo. Se habla del espíritu del tiempo, el zestgest que dicen los alemanes, pero nuestro tiempo carece de espíritu. Se valora aquello mecánico, la velocidad, poco más”.

Sarah Frien, analista de Bloomberg resume el secreto del porqué Instagram en 10 años se ha convertido en la red de seguidores más grande de la historia gracias a unir el impulso del narcisismo y de la avaricia. “Instagram arrasa porque ha sabido unir ego y capitalismo”. Instagram ha crecido tanto y tan deprisa, según la analista “porque permite a millones de personas mostrarse al mundo como a ellas les gustaría ser”.

Sarah Frien describe el narcisismo del usuario de Instagram así: “En Instagram muestras un estilo de vida que puede ser seguido e incluso envidiado en muy poco tiempo por millares de personas, y hay millones de usuarios que cuelgan en Instagram imágenes de sus vivencias hora a hora. E incluso cada café tan bien preparado o cada ejercicio de gimnasia con la nueva indumentaria que tanto te gusta, te ha costado y que acabas de comprar…o con tu perrito –tan monísimo- con lacitos saliendo de la peluquería” Javier Cercas considera mediopatia el síndrome narcisista en Instagram.

Sarah Frien clava la puntilla a Instagram cuando dice: “Tan agotador como resulta nuestro ego cuando no sabemos gestionarlo. Por esto es importante tener suficiente madurez y ser capaz de distanciarse de esta competición de glamur non stop (que no se para). Yo recomiendo abstinencia digital de vez en cuando para descubrir que se puede tener vida sin que nadie la vea”.

El dicho popular “dime de que presumes y te diré de que careces” muestra el vacío existente en el alma de quien necesita exponer en Instagram la superficialidad que se amaga en su interior. Para compensar lo que no hay en sí mismo necesita exponer a la luz pública sus supuestos encantos, su estilo de vida que cree encandilará y que cree lo distingue del resto de los mortales. Como muy bien dice Sarah Frien la egolatría nunca dice basta. Se tiene que retroalimentar continuamente sin encontrar nunca sentido a la existencia. Es un perseguir el viento. ¡Ardua tarea es esta!

Lucia Etxebarria dice: “Veamos, estoy describiendo a la mitad de los presidentes de las comunidades autonómicas españolas y a todos estos políticos corruptos que nos indignan. Desgraciadamente la propia sociedad en que vivimos es narcisista, está obsesionada con los éxitos externos, con el poder, con la belleza, con el éxito entendido como la acumulación de bienes materiales y en tanto admiramos a los narcisos los recompensamos con nuestros votos”. En su éxito nos reflejamos a nosotros mismos.


¡Alto! El narcisismo es una falacia. Bajo la apariencia de una gran estima los narcisos esconden sentimientos de inseguridad, de insuficiencia que se enmascaran y se compensan con el salto a la fantasía. Subir a lo alto del podio del éxito. Son muy sensibles a cualquier cosa que puedan interpretar como un desafío o una amenaza a su necesidad básica de sentirse superiores. Al supuesto escarnio reaccionan con hostilidad y agresividad. Todo va ligado a la agotadora lucha diaria para mantener el glamur. Esconder lo frágil que se siente.

El narcisismo no es un trastorno fisiológico que se pueda combatir con fármacos o con cirugía. Es una enfermedad del alma que es el resultado del pecado y que únicamente la puede curar Jesús que es el Médico del alma. El narciso se cura de su manera de comportarse cuando reconoce su pecado y el Médico del alma le aplica el medicamento que es la sangre que derramó en la cruz y que posee el poder de borrar todos los pecados.

“No seáis sabios en vuestra propia opinión”, escribió el apóstol Pablo a los cristianos en Roma. No ser sabio en la propia opinión significa ser humilde, que ha abandonado la egolatría. ¿Dónde encontrar el modelo de humildad? Jesús distribuye la medicina que cura el narcisismo cuando dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mateo 11: 28-30).

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