El ínclito Aznar a través de su fundación FAES habría diseñado una estrategia para descabalgar del Poder al Gobierno PSOE-Unidas Podemos y convocar unas nuevas elecciones. La primera fase de la estrategia aznariana incluiría una ofensiva mediática para hacer del Gobierno central el único culpable de “la pésima gestión ante la crisis sanitaria”. La segunda fase consistió en aprovechar el malestar de amplios sectores de la ciudadanía por la duración del confinamiento y la restricción de libertades para iniciar “una Revolución Patriótica o Multicolor” que desafió las vigentes restricciones incluidas en el todavía vigente Estado de Alarma y que habría tenido como epicentro el elitista Distrito madrileño de Salamanca, operación que se evaporó con el fin del confinamiento y el retorno a la nueva normalidad.
Para esta operación, Aznar habría elegido a Díaz Ayuso como su nuevo delfín y adalid de la nueva política neoliberal que intenta implementar en el escenario post coronavirus y que desde su atalaya de la Puerta del Sol, se habría convertido en el vivo reflejo de la incongruencia trumpiana que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional. Así, como en el caso de Trump, sus controvertidas decisiones y manifestaciones nos permiten aventurar que nos encontramos ante un caso típico de paranoia megalómana, “entendido como delirio de grandeza que provoca que el individuo se crea dotado de un talento y un poder extraordinarios debido a que las deidades le han elegido para una alta misión” (descabalgar a Pedro Sánchez del Poder mediante una Revolución Multicolor).Dicha personalidad habría favorecido la frivolización de la segunda ola de la pandemia en Madrid y la consecuente falta de adopción de medidas profilácticas para evitarlo, quedando su vicepresidente, Aguado y su partido, Ciudadanos totalmente marginados en la toma de decisiones ,
La fase actual consistirá en aprovechar el caos sanitario para forzar al Gobierno Sánchez a aplicar el Estado de Alarma en la Comunidad de Madrid y tras llamar a la desobediencia activa, provocar una posterior rebelión de las Comunidades gobernadas por el PP contra el “Gobierno ilegítimo” de Sánchez. Este movimiento teledirigido por la Fundación FAES contará con la colaboración activa de las élites empresariales y judiciales para dar el jaque mate al Gobierno Sánchez y forzar la celebración de unas nuevas Elecciones en las que no sería descartable la polarización extrema de un electorado que deberá elegir entre un nuevo Frente Popular integrado por el PSOE, Unidas Podemos y corrientes periféricas afines o dar su voto a la nueva CEDA integrada por el PP, Vox y los restos del naufragio de Cs.
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