Santa María la Real de la Almudena es la patrona de la archidiócesis de Madrid y de la ciudad madrileña desde su fundación como Villa, desde el siglo IX. Aunque la Virgen de la Almudena no fue coronada canónicamente como tal hasta el 10 de noviembre de 1948. Y desde el año 1977 es la única patrona de Madrid, declarada así por el papa Pablo VI.
Y de esta manera lo recordó San Juan Pablo II en su homilía de la consagración de la catedral de la Almudena en 1993: «Ella, la Madre del Señor, es la patrona de la diócesis de Madrid, bajo la advocación de la Almudena. Se trata de una advocación antiquísima, que se remonta a los orígenes de la Villa y cuya devoción ha ido creciendo con el tiempo. Así lo muestra el Voto de la Villa que la corporación municipal realizó a finales del siglo XVIII y la participación masiva de fieles en las celebraciones litúrgicas de su fiesta en los últimos años. La devoción a la Virgen de la Almudena, junto con la de otras imágenes marianas, como las de la Madona de Madrid, la Virgen de la flor de Lys, la Virgen de Atocha y la Virgen de la Paloma, manifiestan la veneración y afecto profundos que los católicos madrileños sienten por la Madre de Dios».
La archidiócesis, así denominada en la Iglesia occidental, es la diócesis principal de una provincia eclesiástica y está gobernada por un arzobispo. Reciben este título aquellas sedes episcopales que destacan sobre las demás por razones históricas o sociales.
En la iglesia oriental se llaman archieparquía.
En España tenemos catorce archidiócesis y son las siguientes: Santiago de Compostela, Oviedo, Burgos, Pamplona y Tudela, Zaragoza, Tarragona, Barcelona, Valladolid, Madrid, Mérida-Badajoz, Toledo, Valencia, Sevilla y Granada.
Todas ellas están presididas por un arzobispo que a su vez preside la provincia eclesiástica como metropolitano y como tal le corresponde la insignia mayor del palio, signo de su potestad.
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