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Ninguno de nosotros volverá de Charlotte Delbo

La mentira, que tiene las patas cortas, manipula y oscurece el capítulo sangriento de la historia de Europa
Francisco Vélez Nieto
viernes, 20 de noviembre de 2020, 12:39 h (CET)

Con temblor emocional solidario me introduzco en el universo de prosa descriptiva y realista en la estremecedora obra de DelboCharlotte Delbo, (10 de agosto de 1913, Vigneux-sur-Seine, Essonne, Isla de Francia 1 de marzo de 1985, París), fue una escritora francesa principalmente conocida por su trilogía de Memorias en Auschwitz, a donde fue detenida y enviada a los campos de exterminios por ser miembro de la resistencia francesa contra la ocupación alemana...


Ninguno de nosotros volverá, es una obra tan sumida en el sufrimiento, que recomendaría a todos los géneros humanos y muy especialmente al feminismo de agitada actualidad por considerar su memoria del cercano pasado. Es la razón sin ofensa que el buen lector agradecerá poder identificarse e introducirse en la historia narrada en primera persona, como un poema desgarrado, de belleza mancillada, tragedia y luto, de uno de los testimonios dictados por una mujer sobre los campos nazis de exterminios, cuya crueldad y desatino provocó un lunático, que actualmente resurge como modelo amansador en continuo vuelo sobre nuestras cabezas, aunque con disfraces de democracia y parabienes para los no favorecidos de la fortuna. Es decir: peligroso y carnívoro populismo, con ramaje de cierta nostalgia franquista para quienes no estamos ciegos y desmemoriados en nuestro Ruedo ibérico.


Sin la menor duda y titubeo podemos considerar esta obra como uno de los pocos testimonios femeninos sobre los campos nazis, una narración maestra de la literatura que graba la memoria, la protege del olvido por las nuevas generaciones.


Unas generaciones que vienen siendo moldeadas por un poder omnímodo poseído de unos criterios educativos pretendiendo envolverlos en la falsedad de una sociedad cómoda del consumo, hábilmente dirigida parece ser el maná del Dorado para estas nuevas generaciones en su mayoría con la mente empobrecida al filo de abismo de las drogas y en ejercicio de una desmadejadas libertades, interpretando la endeble democracia de la mediocridad también representada y admitida por los que todavía intentan mostrar que una socialdemocracia moderada, se puede permitir el desasosiego de calmar el apetito al independentismo catalán que puede alcanzar el logro calculado de la eliminación de lengua de Cervantes, conseguir c con el transcurrir del tiempo declararla proscrita por ese nacionalismo independentista mediocre capaz los más inamisible y equívoco.


Le recomendaría a ese independentismo de ignorancia premeditada leyeran a su compatriota José Antonio Masoliver la lectura de su obrita El ciego en la ventana (Acantilado), que me permito copiar unas líneas: “Escribimos en el tiempo, aunque como quiere el poeta, escribamos en el agua”. Son unas aguas revueltas de los tiempos que vivimos donde la nostalgia mal digerida provoca espejismos tan inevitables como innecesarios. Y a los nuevos socialdemócratas de Pedro Sánchez, les recomiendo la entrevista de Alfonso Guerra realizada en la Televisión pública, que no tiene desperdicio el pasado 16 de noviembre de este año maldito.


La mentira, que tiene las patas cortas, manipula y oscurece el capítulo sangriento de la historia de Europa. El verdadero conocimiento de la tragedia histórica que en su nueva versión se mece sobre nuestras cabezas con distintos disfraces y demagogia. Siendo el endemoniado trumpimismo ejemplo de ese nuevo Hitler que se conoce como Trump. Personaje siniestro que pese a su desvarío demagógico todavía esconde en sus endemoniados cálculos el racismo y la pureza de una raza a la que considera en peligro,


Batirlo porque “recoge e idealiza el pasado que muy probablemente no existió y que no obliga constantemente a darle forma”.


Partiendo de que “toda obra literaria un elemento biográfico, incluso cuando pretende ser testimonio fidedigno de una época, porque también el narrador objetivo se basa en experiencias vividas por él, aunque solo sea como espectador: el impacto que le ha provocado un hecho determinado en las mentes de un alto porcentaje de ingenuos hábilmente manipulados hacia el populismo del que serán también víctimas.


Unnamed



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