Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Ciencia
Etiquetas | Tesis doctorales | Educación Pública | Investigación

Las tesis doctorales llevan demasiado tiempo

Para entrar en un programa de doctorado es necesario realizar un máster oficial con anterioridad, pero la duración de estos másteres, no justifica que los estudiantes tengan que esperar hasta la treintena para ser doctores
Redacción
viernes, 11 de diciembre de 2020, 12:02 h (CET)

Según el Ministerio de Ciencia e Innovación, en el año 2019 se aprobaron 10.165 tesis doctorales. De ellas, el 85,5 % recibieron la calificación de Cum Laude y, aunque muchos podrían pensar lo contrario, esta calificación fue más habitual en la universidad pública (86 %), que en la privada (76 %).


Una de las cosas que más llama la atención de las estadísticas, es que a pesar de que en teoría un alumno debería acabar su grado con 22 años, la franja de edad más habitual en las tesis aprobadas es la de los 30 a los 34 años, con un 34,1 %; muy por encima de la de 24 a 29 años con solo un 24,7%.


Para entrar en un programa de doctorado es necesario realizar un máster oficial con anterioridad, pero la duración de estos másteres, no justifica que los estudiantes tengan que esperar hasta la treintena para ser doctores.


Afortunadamente, los años de realización de tesis se han reducido desde los 6,1 años que se tardaba en los años 2015 y 2016, hasta los 4,4 años de 2019. Aunque hay opiniones para todos los gustos y todavía prevalecen aquellos que piensan que una tesis debe tener más de 600 páginas y un trabajo de una década detrás, lo cierto es que la mayoría de expertos afirman que lo ideal sería presentar la tesis en un plazo de unos tres años.


Según los jóvenes investigadores, hay muchas razones por las que resulta realmente difícil hacer tu tesis dentro de ese razonable plazo. Entre ellas, encontramos que los jóvenes investigadores:


- Suelen tener que hacer tareas de soporte en sus departamentos.


- Necesitan hacer estadías en países extranjeros para ganar puntos de cara a futuras plazas.


- Se encargan de más horas de docencia que las que a priori deberían asumir.


- Se les piden favores relacionados con tareas tediosas a los que difícilmente pueden negarse.


- Se suele tener que afrontar periodos sin ingresos ni derechos laborales de ningún tipo durante la realización de la tesis, que llevan a que el investigador tenga que compaginarla con otro trabajo que genere ingresos.


En respuesta a estos problemas, principalmente el último de ellos, surgen servicios como HazMiTrabajo, con los que se reduce sensiblemente el tiempo dedicado a la tesis y permite a los investigadores tratar de obtener ingresos por otras vías. Estos servicios se amparan en un trabajo de tutorización, de modo que el estudiante puede usar el trabajo realizado a modo de guía o inspiración.


Por supuesto, el uso final que el estudiante dé al trabajo queda a su decisión y es bastante difícil de controlar por parte de los tribunales.


Por el momento, el marco general no ayuda a los investigadores. A pesar de que la estrategia Europa 2020 aconsejaba una inversión en I+D del 3 % del PIB, la inversión española se queda en un paupérrimo 1,25%. De aquellos polvos, estos lodos.

Noticias relacionadas

El legado espiritual y las aportaciones al campo del conocimiento, especialmente científico son importantes. De Hipatia, Sócrates Escolástico dejó dicho que alcanzó tal nivel de cultura que sobrepasó a todos los filósofos de su tiempo. Heredera del neoplatonismo de Plotino, transmitía su conocimiento con generosidad, atrayendo a estudiantes desde todos los rincones del mundo conocido que acudían a Alejandría en busca de sus enseñanzas.

Muchos cedieron y abrazaron el cristianismo pero otros, como Hipatia, se negaron con firmeza. Ni siquiera los consejos de Orestes, su antiguo alumno y prefecto de Egipto, lograron persuadirla, y eso que el cristianismo predicaba la paz entre los hombres.

Hipatia nos aparece como la última luz de Alejandría. Sobre el mármol helénico y bajo el fulgor del sol egipcio, se alzó Hipatia, una mujer singular que, como un faro en la tormenta, iluminó la transición tumultuosa entre el paganismo y el cristianismo. Era hija del matemático Teón, quien no solo le transmitió el arte de medir las estrellas, sino también el talante metódico y la capacidad para cuestionarlo todo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto