Morbo electoral andaluz. Entre el público que había ido al Ritz había algo parecido al morbo, una especie de curiosidad malsana para oír a quien Nueva Economía Fórum había ofrecido los micrófonos de su tribuna política: Juan Manuel Moreno Bonilla (“morbo”), que preside el PP andaluz y aspira a presidir la Junta de Andalucía.
También había curiosidad, nada ingenua, para ver la puesta en escena que iba a hacer el PP, el encaje de Moreno Bonilla en la estructura electoral del partido, y las medidas que Carlos Floriano había dispuesto para la ocasión desde la Vicesecretaría de Organización Electoral.
Fue presentado por Rajoy y estuvo acompañado: Cuatro ministros (Fátima Báñez, Montoro, Catalá y Alonso), el Presidente del Senado (Pío García Escudero), la Vicepresidenta del Congreso (Celia Villalobos), notables del partido (Cospedal, Floriano, Esperanza Aguirre, Arenas, Cristina Cifuentes, Rafel Hernando…), Alcaldes andaluces (Zoido, de Sevilla; Nieto, de Córdoba; de la Torre, de Málaga; Rodríguez, de Huelva,…), diputados, senadores, concejales, afiliados, empresarios, un etcétera que alguien fijó en 700 personas, y… 90 periodistas.
A la entrada, algunos coches oficiales, chóferes, policías, guardaespaldas, encargados de vigilancia, de contra vigilancia, de vigilantes de contra vigilantes, y “hombres armario” hieráticos, con macarrón de plástico en la oreja y cara de pocos amigos.
Durante once minutos Rajoy hizo una presentación didáctica, tranquila y parcial. “Juanma” es un hijo de emigrantes andaluces que nace en Barcelona y vuelve a Málaga. Su carrera política es consistente: concejal en Málaga, diputado autonómico, diputado nacional y Presidente de los populares andaluces. Obediente, “ha convertido al PP en alternativa de gobierno en Andalucía y merece confianza”. Después, la constatación de un hecho (Susana Díaz no tenía por qué adelantar unas elecciones que podía haber hecho coincidir con las municipales), la exhibición de algunos datos económicos que provocan optimismo. Y, con la vista puesta en las elecciones convocadas, las primeras “cargas de profundidad” de la precampaña: “Estas elecciones y las anunciadas en Cataluña se van a celebrar para defender los intereses de dos partidos”, “Dijeron a los andaluces que la coalición PSOE-IU iba a significar progreso y no ha sido así”. “2015 va a ser mejor (que el 2014) y podría ser mejor si todos abandonaran la política pequeña y tuvieran altura de miras para trabajar en la consolidación de la recuperación económica ”, “El año 2015 será bueno, aunque celebremos cuatro elecciones”, “Moreno se va a presentar con respaldo y compromiso, lo contrario de los que utilizan Andalucía como trampolín”.
- “¿Qué pasa en Andalucía? Vengo a hablarles de mi idea”.- dijo “Morbo”, con corbata verde y griposo, tras reconocer asistencias y acompañamientos y agradecer un préstamo, de 21.000 millones de euros, concedido por el Gobierno de Rajoy a la autonomía andaluza para salvar compromisos.
Su discurso, estructurado, tuvo dos partes: Análisis de la realidad andaluza tras 34 años de gobiernos socialistas. Y propuestas de actuación.
La primera, de análisis, consistió en una serie de razonamientos sobre datos reales (de empleo, paro, desempleo juvenil, listas de espera en la Sanidad, disminución de presupuestos y funcionarios en Educación y Sanidad,…), que unió a los errores habidos durante la gestión socialista (Fondos públicos recibidos y devueltos por mala administración, Corrupción en casos conocidos: Mercasevilla, Malaya, Ronda, Majestic, ERE falsos,…) que le permitieron algunas conclusiones con marchamo de titular: “En Andalucía hace falta más gestión y menos ideología”, “El balance de gestión del PSOE es absolutamente negativo”, “Necesitamos seguridad jurídica”, “El gobierno autonómico ha sido un tapón”.
La segunda, de propuestas, la inició con una frase “Tengo una hoja de ruta y sé dónde quiero llegar”. Después anunció un programa electoral para Andalucía que esbozó con unas pinceladas: Bajada de impuestos para que el dinero esté en manos de los andaluces. Reforma fiscal hecha por expertos para crear 50.000 puestos de trabajo. Crear empleo, tras la pérdida de 7.000 empresas y 100.000 puestos de trabajo. Acoger a emprendedores. Robustecer el sector agroalimentario. Formación de la juventud, con un desempleo del 50%. Regeneración ética para erradicar la corrupción. Y reducir el número de Consejerías, alguna de ellas creadas para contentar a IU.
Terminó con tres frases categóricas: “En definitiva, el PP andaluz tiene lo que hace falta para gobernar: programas, ideas, personas, ilusión y ambición”, “Mi prioridad sí que es Andalucía. Me niego a que mis tres hijos tengan que irse”, “Otra Andalucía es posible”.
En el turno de preguntas, fuera del corsé del texto escrito, demostró ganas de entrar en los temas, pero con prudencia:
“Los adelantos electorales los carga el diablo”. Habrá alianzas contra el PP. Será difícil un pacto PP-IU, como en Extremadura, porque la IU andaluza es más radical que la extremeña. Esperemos resultados para ver los pactos de Podemos con los demás. “Susana Díaz es otro Zapatero, cuando arañas no hay nada, mucha broma y mucha sonrisa, pero no hay nada”. “El PSOE puede abrir las puertas a Podemos, la única alternativa al socialismo es el PP”. “El resultado de Arenas (conseguido en las elecciones autonómicas pasadas) hoy (con la irrupción en escena de Podemos) nos daría la mayoría absoluta”.
Sólo en un caso, la contención dio paso a una realidad importante que demuestra la realidad política andaluza y el juego de equilibrios y poderes entre populares y socialistas. Fue casi al final. Se le preguntó por la posibilidad de una alianza entre el PSOE y el PP para evitar aventuras (o contra Podemos) y su contestación, quizá indiscreta, fue espontánea:
“Yo ofrecí estabilizar el gobierno socialista (al margen de IU) hasta las elecciones, pero Susana Díaz no quiso”.
Al terminar, la calle era un hervidero de comentarios. Uno de ellos, de un diputado popular castellano leonés, retrató la comparecencia de “El Morbo”, las convocatorias electorales y el momento con una apostilla pulcra, salomónica y muy precisa:
“Estamos en un año políticamente muy interesante”
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