Llevo unos años ahondando en el concepto de la percepción, sin duda es un mundo fascinante desde que hace unos años llegó a mis manos uno de los libros de Daniel Goleman que quizás no es tan famoso como inteligencia emocional, best sellers en 1985, y éxito de ventas donde los haya. Goleman en el punto ciego habla del concepto de la percepción y como interpretamos el mundo. Este concepto lo retoma en 2014 con Focus, donde vuelve a proporcionarnos una visión particular de cómo la percepción va a ser fundamental a la hora de interpretar la realidad.
Este año 2015 he leído un libro que centró mi atención nuevamente por la innovación del trabajo que se plasma en Percibir lo extraordinario de la Psicóloga Americana Alexandra Horowitz, que nos muestra un trabajo basado en la percepción de una misma realidad desde diferentes ópticas, y como esta altera nuestra vivencia, por ello nos propone un reto personal, abrir nuestra mente para así poder percibir toda nuestra realidad. Para entender lo importante que es para nosotros el centrar nuestra atención en lo verdaderamente importante de nuestra vida, sin darnos cuenta el día a día, la gran cantidad de situaciones, responsabilidades e incluso nuestra historia vital sesgan nuestras vivencias, es decir, hacen que nos centremos en ciertas realidades y que estas las interpretemos siempre de la misma manera, no siendo conscientes de los momentos por los que atravesamos, lo que vivimos e incluso los lugares que visitamos o por los que paseamos diariamente.
Esta colega nos explica estas vivencias de manera que entendamos que nuestra realidad diaria cambia en función de cómo se levantaba cada mañana o simplemente por haber tenido una discusión en casa o por estar atravesando por una mala racha personal, pero sucede lo mismo si potenciamos nuestros aspectos más positivos, lo que hace la vivencia de las emociones positivas es ampliar nuestras posibilidades, lo que transforma nuestra realidad.
Para entender esto les planteo que hagan un experimento muy sencillo, vamos a salir a dar un paseo por nuestra ciudad, pero nos vamos a poner por reto intentar ser conscientes de alguna realidad que elimine esa localización que sucede en nuestra mente para centrarse en una realidad concreta, la más cercana, y nos vamos a plantear estar presentes de todas las zonas verdes que tienen nuestra ciudad, o del estado de las aceras, o de los edificios únicamente, cada vez que obligamos a nuestra mente a centrarse en un tema concreto, nuestra realidad varía, cambia. La autora nos cuenta como dio 10 paseos por su ciudad, todos ellos acompañados por personas distintas: economistas, arquitectos, médicos, etcétera. Lo curioso es que nuestra realidad cambia cuando sacamos a nuestra mente de la rutina, de sus preocupaciones, de nuestro estrés diario. Por lo tanto, tú puedes cambiar tu experiencia diaria de cada momento de tu vida, nuestro mundo dispone de un potencial y de unas posibilidades únicas, pero nosotros centramos nuestra realidad en función de nuestra actitud ante nuestra vida, de nuestro pensamiento positivo, de nuestro optimismo, es decir, nuestras vivencias emocionales de carácter positivo amplían además nuestra visión de esa realidad y nos permite transformarla. Te atreves a llevarlo a cabo: Transforma tu vida.
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