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Justo, en este instante en el que nos deja un referente humano, que ha sabido custodiar todo y a todos, especialmente a los más desfavorecidos, para irse a la Casa del Padre, dejándonos una estela de vivencias y emociones imborrables, a través de sus encíclicas, exhortaciones y cartas apostólicas, se me ocurre evocar su eterna pulsación, que no ha sido otra que la entrega como guardián del análogo y aquello que nos circunda.
Francisco comenzó su Papado bajo el signo de la "Franciscomanía”, fenómeno sociológico que logró que una persona sin conocimiento previo de los entresijos del Poder Vaticano se convirtiera en icono de la juventud, insuflara vientos de cambios y devolviera la ilusión y la esperanza a unos fieles sumidos en la perplejidad y la desilusión.
En plena época de guerra rusa, los telescopios de Atacama y Hawaii detectaron un meteorito. Un gran meteorito de oro rodeado de una espesa capa de tierras raras. Directo hacia el planeta Tierra. En un principio se pensó que caería en el océano. Y sólo provocaría una pequeña ola en las islas Tuvalu. Pero pronto todos los paises se interesaron por atraer al meteorito de oro y tierras raras.
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