Justo ahora se cumplen cuatro años desde que el mundo fue conocedor de las desafortunadas atrocidades perpetradas sobre la población homosexual de Chechenia. Dos purgas, la primera en 2017 y la segunda a finales de 2018, donde se torturaron, maltrataron e incluso mataron a culpables simplemente por ser gais.
En este nuevo vídeo quiero compartir con vosotros todo lo que desde nuestro país, a través del Ministerio de Exteriores y con su representación en organizaciones internacionales como la O.N.U o la O.S.C.E, se ha hecho durante todo este tiempo para denunciar esta inverosímil situación en los tiempos que corren. ¡No te lo pierdas!
Corría el mes de abril de 1994 cuando un grupo de malagueños celebramos la Semana Santa en el lejano cantón Valais de Suiza. Por aquellos tiempos dedicaba buena parte de mi tiempo a transmitir, en la medida de mis posibilidades, el Evangelio. Estaba totalmente involucrado en las tareas de evangelización del Cursillo de Cristiandad. Una tarea gestionada por seglares.
Al referirnos a las expresiones del habla cotidiana, las quejas son las principales protagonistas. Independientemente de cómo se exprese cada cual, somos muy perspicaces en la crítica dirigida a los demás y poco propensos al examen del escaparate propio. Sin embargo, no es tan sencillo pronunciarse al respecto, debido a las imprecisiones propias, las tretas ajenas y los muchos factores implicados.
Los que desde muy pronto y ya sin interrupción hemos tenido un contacto frecuente con los libros sentimos cierta incomodidad al oír consejos y expresiones como “leer es bueno”, “un libro es un amigo” o “lee lo que quieras, pero lee”. Es como si alguien dijera: “¡viva la comida!, da igual qué comas, lo importante es que comas”, o “beber es vivir, sea lo que sea que bebas, bebe”.