Los años pasan… lo sé también… y a pesar de mi optimismo también veo que no he realizado muchas de mis nobles aspiraciones. No debe importarme me repito una y otra vez. Los días siguen pasando… no debo inquietarme, debo ser feliz con lo que tengo, mucho o poco, quizás y sin querer darme bien cuenta, demasiado. Lo cierto es que aunque no quiera, en ocasiones me cuesta llevarlo, no puedo con tanta “clara injusticia, rencor, dura ira y competencia desleal”. Me hacen prisionera de sus malas acciones, pero no puedo remediarlas, no puedo cambiar esta triste historia que se hace cada minuto más tristemente universal.
Dedicado a mi gato Lukas Pancho.
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