| ||||||||||||||||||||||
Acostumbrarse de nuevo a la rutina tras la vuelta de vacaciones puede ser una tarea difícil. Tanto que no se escapan ni los perros. Y, de hecho, no lo hacen. Si a la vuelta uno encuentra al perro algo aletargado, sin apetito, triste o irritable, probablemente esté sufriendo el llamado síndrome posvacacional.
Dos de cada tres españolas se siente sola y no escuchada durante la menopausia, tal y como revela el último estudio de Domma, en el que han participado más de 13.000 mujeres. El dato coincide con las conclusiones de una reciente investigación de la British Menopause Society, que señala que el 67% de las mujeres siente que la sociedad no valora ni comprende adecuadamente los desafíos de la menopausia, la fase vital femenina más olvidada, estigmatizada e incomprendida.
La felicidad se desvanece cuando se nombra. No recuerdo de quién es esta frase, si es que es de alguien en concreto, porque, dicho de este o de otro modo, la sentencia es recurrente. Somos felices hasta el mismo momento en que identificamos que lo estamos siendo.
La tristeza es una emoción humana común y natural. Todos pasamos por momentos difíciles en la vida, y en esos momentos, tener el apoyo de amigos y seres queridos puede marcar la diferencia. Cuando un amigo está triste, es natural querer ayudar, pero a menudo nos enfrentamos a la dificultad de no encontrar las palabras adecuadas para reconfortarlos.
La fe nos abre a una confianza de que todo lo que pasa, también lo más terrible, tiene un sentido en una realidad más alta que la que vemos, un contexto más amplio que el que podemos abarcar con nuestra inteligencia, como un niño que no entiende que sus padres no le dejen acercarse a un peligro, o le regañan por algo que puede causarle algún mal.
El duelo es sanador pero tiene sus etapas. Y eso afecta a los sentimientos, en primer lugar a las sensaciones físicas, a las cogniciones, y a las conductas. En cuanto a los sentimientos, un primer sentimiento que aparece en el duelo suele ser la tristeza, por ejemplo hay quien dice “durante el funeral me he venido abajo”.
El mes de agosto llega a su fin y con él terminan las vacaciones para la gran mayoría de los españoles. Poco a poco se vuelve al lugar de residencia y comienza nuevamente la rutina de trabajo, con todo lo que eso implica. Seis de cada diez españoles experimentará síntomas de síndrome postvacacional en las próximas semanas. Pero, ¿qué es realmente el síndrome postvacacional?
En ocasiones hay amaneceres tristes y este es uno de ellos. Se ha marchado Laura Gómez- Lacueva, una gran artista y una buena amiga. Me ha dejado frío y totalmente abatido, no podía ser cierto, me tuve que pellizcar y hacerme daño para abrir la puerta al dolor de la pérdida de mi buena amiga.
Esto es así porque sí… me expulsan los rayos, me estrenan canciones los enamorados, me condicionan la dulzura, me traicionan el alma, me culpan de culpable...
Brindis de poetas… en que estaba yo, sola o en chancletas… brindis de poetas, cual triste canción, marcan con violetas toda la ilusión.
El amor no ha sido, brindar es mi castigo, brindis de poetas, el amor no fue, me dejó sin críos… Brindis de poetas mientras cae la luna cual dulce criatura de mi soledad.
La llegada del otoño trae consigo el acortamiento de los días y la reducción de las horas de sol, lo que puede tener consecuencias en el bienestar emocional y la salud mental de algunas personas. Esto se conoce como trastorno afectivo emocional y, popularmente, como la “depresión estacional”. Este trastorno se caracteriza por la aparición de sentimientos negativos como la tristeza, la desesperanza, la irritación, la falta de energía o el pesimismo, entre otros.
Hoy más que nunca tenemos que estar en guardia, a través del soplo de la acción solidaria, para acabar definitivamente con esta triste pobreza mundana, que nos activamos los vivos caminantes entre sí. En cualquier rincón del mundo, se requieren corazones dispuestos para aliviar los tormentos de la multitud de crisis humanitarias que nos acorralan, en parte porque los lenguajes no son auténticos ni coherentes con el obrar, campeando a sus anchas las injusticias.
El que asuma principio tan sagrado, sabrá reconocer el gran bagaje, de aquellos que al final de su viaje, se dan a los demás como legado.
Los años pasan… lo sé también… y a pesar de mi optimismo también veo que no he realizado muchas de mis nobles aspiraciones. No debe importarme me repito una y otra vez. Los días siguen pasando… no debo inquietarme, debo ser feliz con lo que tengo.
Con Almudena Grandes se marcha una persona amable, combativa y fiel a sus ideas republicanas. Ha dejado escrito su último artículo y, también, una novela inédita. Allá donde estés, Almudena, encontrarás materia de escritura. Seguro que sí. Seguro también que no dejarás nunca de darle a la tecla. Como has hecho hasta el final de tus días entre nosotros. Gracias por todo lo que nos has dejado escrito, por tus palabras, por tu ejemplo de compromiso.
Siempre que tengo un día malo pienso en negro o gris, nunca en azul, pero al investigar algo más, pude averiguar una descripción hermosa y aterradora, me refiero al día mundial de la concienciación sobre el Autismo, el 3 de abril, o también llamado día azul. A todos se nos viene a la cabeza ahora la denominación que se le da en inglés a un mal día, pero no es así, el día azul se refiere a cómo se sienten sus familiares ante esa enfermedad.
¿Qué tendrá en su cabeza? Sus vergüenzas se esconden, bajo la sucia mesa, donde vende a la patria, un hombre sin honor. Está melancólica como el rostro de un moro, ya no tiene tronío, ha perdido el decoro, y despinta su enseña, por culpa de un traidor. La Moncloa se alía con figuras banales, que empañan su destino con acciones teatrales, de gentes sin principios, como gusta al felón.
La paz es una cualidad difícil de ver y sentir en la actualidad, en un momento en donde gran parte de lo que vemos y escuchamos se relaciona con lo difícil que es morir. Ayer me enteré de que alguien conocido, cercano, había muerto. Uno más a la lista. En esta pandemia hemos visto a la gente morir, ha sido algo más público, aunque bien sabemos que la gente moría antes y morirá después, incluyéndonos. Una realidad que es difícil aceptar.
Vivimos en la apariencia del cuerpo, mientras el escenario del alma camina en la tristeza muchas veces. Necesitamos modificar rastros dejados y, por sí mismo, el rostro de una gran sonrisa modificará nuestros comportamientos. Lo importante es dejarse sorprender por el hechizo de la ternura en el corazón y, tras de sí, llegará el añorado cambio.
Los años pasan… lo sé también… y a pesar de mi optimismo también veo que no he realizado muchas de mis nobles aspiraciones. No debe importarme me repito una y otra vez.
|