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Poderosos Señores...

¡Pobre España!, selva pandémica de 17 Comunidades, regada con todo tipo de aguas "residuales"
Ángel Alonso Pachón
jueves, 13 de mayo de 2021, 09:07 h (CET)

… "don DINERO", "don ESCAÑO", "don CONSEJERO"…


¡Amigos para siempre!


¡Pobre España!, selva pandémica de 17 Comunidades, regada con todo tipo de aguas "residuales", legado de una "social democracia" arcaica, que intenta avanzar serpenteando y ocultando su verdadero rostro: la indiferencia social compasiva…


¡Pobre España!, selva, con cientos de arbustos, consejeros ineptos, bien pagados, que impide al País de todos desarrollarse con la “famosa normalidad”, construida a medida de la globalización partidista.


¡Pobre España!, en busca de un “Presidente de todos y para todos”, en el variopinto mapa político, donde lo único que se ve es un rebaño “autista”, que como tal, tiene muchas dificultades para comprender los sentimientos de otras personas.


¡Pobre España!, la triste realidad es haber permitido un PRESIDENTE “presidencialista”, sin sentido de Estado, por culpa de la famosa “prudencia política cobarde”.


El “EGO” en una democracia es el primer paso para romperla y en España hemos consentido “DOS EGOS”. Si no se reacciona se deberá borrar del diccionario dos palabras: LIBERTAD y PROSPERIDAD.


¡Pobre España imperial!


¡Pobre "Spanich"!, porque de lo nuestro, cada vez va quedando menos.

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Dicen, y estoy de acuerdo, que el centro es un terreno peligroso electoralmente hablando, y pienso que esto es una realidad, ya que en poco tiempo hemos sido testigos de la debacle de muchos partidos que han apostado por esa posición. También he oído eso de que ser de centro es como todo el mundo dice que se tiene que ser, pero como a nadie le gusta que seas, y también puedo estar de acuerdo.

Ahondando en el pasado de la humanidad, podemos comprobar cómo, desde siempre, las distintas civilizaciones han vivido en la esperanza de otra vida después de la muerte. Por ello han procurado ofrecer a sus difuntos un habitad confortable, al que han rodeado de ese “ajuar” consistente en armas, alimentos, animales de compañía, joyas, ropajes, etc., que les hiciera más llevadero el paso por la “otra vida”.

Blaise Pascal, físico y filósofo francés del siglo XVII, escribe: “Todos los problemas de la humanidad provienen de la incapacidad del hombre de sentarse tranquilamente solo en una habitación”. ¿Qué hará una persona encerrada sola en una habitación? Se sumergirá en sus pensamientos erróneos porque no sabe pensar correctamente y se dejará llevar por las ilusiones de su propia bondad y de la perversidad del resto de los mortales.

 
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