Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Reino Unido | Inmigración

A media hora del Reino Unido

José Manuel López García
sábado, 1 de agosto de 2015, 08:28 h (CET)
Las decenas de miles inmigrantes que cruzan el Mediterráneo, durante estos últimos años, en busca de una vida mejor o, simplemente, de la pura supervivencia, lo hacen por necesidades imperiosas. Esto, no parece ser suficiente, para que algunos países europeos los acojan de una forma adecuada. Su condición de irregulares o ilegales no supone que deban ser recibidos con hostilidad. Las declaraciones de David Cameron considero que no son afortunadas. Y no lo son, únicamente, por la utilización del término enjambres para referirse a los inmigrantes.

Existen varias cuestiones de fondo en esta crisis de los sin papeles. Si el primer ministro británico piensa que, con legislar para que estas personas no puedan obtener el carnet de conducir, no puedan abrir una cuenta corriente en el territorio británico, y tampoco alquilar una casa, será suficiente para desanimarlos, y que no sigan intentado acceder al sueño inglés, quizás se equivoque. Porque la vida, de esta especie de refugiados, probablemente, se abrirá camino de innumerables modos y formas, a pesar de todo.

El propio Cameron, por otra parte, reconoce que: «Debemos tratar de el problema desde su origen… Significa tratar de estabilizar los países de los que vienen…». Aunque insiste en romper el vínculo entre viajar a Europa, y obtener el derecho a quedarse.

A mi juicio, este tema de la inmigración masiva no se resuelve con estrechas políticas nacionales, sino con una estrategia general de los países europeos. La construcción de una valla en Hungría para impedir la entrada de ciudadanos que vienen, fundamentalmente, de África y Oriente Próximo, etc., es otra muestra de que las autoridades parece que están siendo superadas, por la avalancha creciente de inmigrantes, prácticamente, sin recursos.

Si a esto se añade la situación de Italia, a la que llegan cada vez en mayor número, a través del Mediterráneo, numerosos ciudadanos huyendo de los conflictos, las guerras y la pobreza, el panorama no es muy alentador, sino todo lo contrario.

Es necesario destinar fondos para que estas personas puedan vivir con dignidad. Ya que la mejora de las condiciones de vida, en sus países de origen, puede ser un proceso muy dilatado en el tiempo. Y mientras tanto, los ciudadanos de estos estados tienen derecho a una existencia, con los derechos mínimos garantizados, aunque estén en Europa.

En lo relativo al Eurotúnel, en lo que va de semana, se han registrado más de 3.500 intentos de atravesar la valla para acceder al túnel que conecta Francia con el sueño inglés. Los que consiguen pasar al Reino Unido en camiones de mercancía por la noche, de modo ilegal, por el Eurotúnel sirven, quizás, de estímulo o ejemplo a los demás para seguir intentándolo. Y los 120 policías galos adicionales enviados por las autoridades francesas son insuficientes para controlar la seguridad de esta zona de Calais.

Cameron está estudiando usar el ejército en labores de apoyo para evitar la entrada masiva de inmigrantes. A mi juicio, son soluciones artificiales que crearán más problemas. Lo justo sería ser más flexibles y, llevar a la práctica más programas de ayuda a estos inmigrantes, y tratarlos mejor, de acuerdo con la letra y el espíritu de los Derechos Humanos.

Noticias relacionadas

Inventamos a nuestros enemigos cuando procede, que suele ser casi siempre, tal vez porque ideamos asimismo todo lo referido a nuestras vidas. Ocurre ello a escala individual y subjetiva, pero también a escala colectiva, sea en el nivel familiar, grupal, tribal o político.

Dos rasgos peculiares han favorecido la gestión del comentario de hoy y su contenido. La relectura de un libro que mantengo entre mis preferidos y el acercamiento a la situación real de la presencia humana en el mundo. El libro es “El quinto día”, de Frank Schätzing; nos viene de perlas, para enlazar con una serie de consideraciones relacionadas con las andanzas de los seres vivos en mares y tierras, unas de lo más patentes y otras poco o nada conocidas.

Recuerdo aquellas noches, después de las sencillas cenas de un colegio religioso, cuando salíamos a los patios del Colegio, en realidad las partes traseras del edificio. No olvidaré los paseos en grupo, rodeando a alguno de nuestros profesores. Se hicieron famosos los que presidía un sencillo sacerdote venido de Japón.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto