Los hechos demuestran que los consejeros y presidentes de autonomías no están de acuerdo en respaldar los planes del Gobierno para recibir los fondos europeos destinados al sector turístico. Escuchar a un simple subdirector general de Cooperación y Competitividad Turística, amenazando a las comunidades discrepantes es para levantarse de la mesa, arrearlo dos boinazos y exigir su dimisión ‘ipso facto’. Lo que nos faltaba es tener que aguantar en un país libre a dictadorzuelos de tres al cuarto.
No han leído mal, hubo amenazas e imposiciones tanto para aprobar el plan del Gobierno como para seguir el modelo de gestión impuesto por el social-comunismo de caviar. En el acto de la reunión para el reparto de fondos conocidos como ‘Next Generation’, el citado alto cargo aseguró que “quienes no votasen a favor, no tendrían fondos y su cuota se repartiría entre quienes hubieran estado a favor”.
El caso es que quienes inicialmente se habían abstenido, acabaron votando “sí” al día siguiente: “Nos dijeron que si votábamos en contra o nos absteníamos en la Conferencia sectorial de ese día (miércoles) perderíamos el dinero y se repartiría entre quienes votaran a favor todas las propuestas del Gobierno”. Un dato: los representantes de las comunidades más pedigüeñas y egoístas no asistieron, ¿va a quitarlas el Gobierno los fondos que las corresponden para repartirlos entre quienes votaron obligados, y bajo amenaza del artículo 13 del reglamento de la Conferencia sectorial de Turismo, a favor de los planes del ‘Doctor Plagio Cum Fraude’?
Tal situación se ha producido por un anticuado articulado del reglamento de la Conferencia Sectorial de Turismo. ¿Se dan cuenta del paranoico y trilero Gobierno que intenta atenazarnos con su represión y falta de democracia? Todo ello por miedo a Europa y a que vuelvan a ver paralizados unos fondos que Pedro Sánchez estuvo a punto de dejar perder por la inutilidad de sus ministros, su propia incompetencia y la falta de proyectos que exigía Europa.
Todas las autonomías se han arrodillado, que es lo que pretendía el presidente del Gobierno. Tan sólo Castilla y León, Murcia, Andalucía y Galicia han mostrado su desacuerdo con el reparto de fondos, pero, ante las amenazas del Gobierno, han optado por abstenerse, primero, y votar “sí” al día siguiente. Era la única manera de no quedarse sin fondos. Ni siquiera los representantes de la comunidad de Madrid han levantado la voz esta vez; eso me hace pensar que el equipo de Díaz Ayuso no tiene claro que esos fondos contribuyan a la recuperación del turismo. Por cierto, también el representante de Madrid votó a favor para no perder el dinero, de ahí que la unanimidad del voto no es reflejo de un consenso cierto.
Me sorprende que, las comunidades que se oponen al sospechoso reparto para la mejora del turismo, no denuncien a Europa tal tropelía del Gobierno. Tendrán que ser los medios de comunicación quienes hagan llegar a Bruselas la versión real de los hechos y de la nefasta y catastrófica planificación de Moncloa. Europa tiene que saber que las comunidades han tenido miedo a quedarse sin su parte de los fondos y la unanimidad que va a presentar el Gobierno no es tal ni es real.
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