Solo una de cada cuatro pacientes que tiene osteoporosis o ha sufrido una fractura por fragilidad ósea recientemente recibe tratamiento para esta patología. El porcentaje del tratamiento de las fracturas por fragilidad es inferior al 30%, según los datos de una revisión sistemática de la literatura médica y un metaanálisis de efectos aleatorios de conformidad con PRISMA, desarrollados por la compañía biofarmacéutica UCB.
Estos resultados acaban de ser presentados en el Congreso Mundial de Osteoporosis, Artrosis y Enfermedades Musculoesqueléticas (WCO, por sus siglas en inglés), organizado por la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF) y la Sociedad Europea de Aspectos Clínicos y Económicos de la Osteoporosis y la Artrosis (ESCEO) estos días de manera virtual.
“El objetivo de la revisión de la literatura médica y el metaanálisis fue explorar las características y la magnitud de la brecha en el tratamiento de la osteoporosis”, tal como explica el investigador del estudio, el profesor Eugene McCloskey, especialista en enfermedades óseas en adultos en la Universidad de Sheffield, en Reino Unido. “La revisión y el análisis han identificado una disparidad clara entre lo que se recomienda en las guías clínicas y las bajas tasas de tratamiento observadas en nuestro análisis. Un problema muy real si consideramos la relación entre las fracturas no tratadas y el riesgo de nuevas fracturas”.
La revisión sistemática de la literatura y el metaanálisis se realizaron a partir de publicaciones de MEDLINE hasta junio de 2020. En la revisión de la literatura médica se incluyeron 139 artículos (con una N de 3.911.151 pacientes) y en el metaanálisis: 131 artículos (con una N de 2.092.369 pacientes). Los pacientes implicados eran mujeres y hombres con osteoporosis primaria, definidos como pacientes de 50 años o más, o mujeres posmenopáusicas con una densidad mineral ósea en cadera total, cuello femoral o columna lumbar baja, una fractura por fragilidad o un diagnóstico de osteoporosis.
En el análisis se observó que las tasas de tratamiento agrupadas fueron similares en las diferentes geografías.
Los pacientes con antecedentes de fracturas antes de la fecha de inicio del estudio presentaron tasas de tratamiento más altas en comparación con los pacientes sin antecedentes de fracturas (42,2% frente a 21,1%). Sin embargo, los autores del estudio señalaron que esta tasa sigue sin ser la óptima.
Entre el 60% y el 85% de las mujeres de + de 50 no reciben tratamiento
La osteoporosis es una enfermedad que provoca que los huesos se vuelvan débiles y frágiles, lo que los hace más propensos a romperse; a veces, incluso un golpe o una caída desde poca altura pueden provocar una fractura ósea. La enfermedad a menudo se considera «silente», ya que no puede verse o sentirse porque la pérdida de hueso puede producirse sin signos o síntomas.
Se calcula que una de cada tres mujeres de 50 años en adelante sufrirá una fractura causada por osteoporosis, y que el infradiagnóstico y el tratamiento insuficiente de la enfermedad pueden tener consecuencias graves y costosas para la salud. A pesar de ello, se estima que entre el 60% y el 85% de las mujeres con osteoporosis en Francia, Alemania, Italia, España, Suecia y Reino Unido no reciben ningún tratamiento o un tratamiento adecuado después de una fractura.
Las directrices clínicas de la Fundación Nacional de Osteoporosis recomiendan iniciar el tratamiento en pacientes con fracturas de cadera o vertebrales; pacientes con puntuaciones T de densidad mineral ósea (DMO) ≤-2,5 en el cuello del fémur, la cadera total o la columna lumbar y hombres o mujeres posmenopáusicas de 50 años o más con baja masa ósea y un alto riesgo de fractura a 10 años (>3% para fractura de cadera y >20% para fractura osteoporótica mayor).
“En UCB compartimos la preocupación de los investigadores sobre el nivel de infratratamiento de los pacientes con osteoporosis y fracturas por fragilidad y su potencial de ocasionar consecuencias graves y costosas para la salud”, afirmó Emmanuel Caeymaex, vicepresidente ejecutivo de Inmunología y director de UCB en Estados Unidos. “Mantenemos nuestro compromiso de ser pioneros en nuevas soluciones innovadoras que ayuden a mejorar la brecha en el tratamiento de los pacientes y el acceso a las terapias que beneficien a las personas con riesgo de padecer fracturas por fragilidad”.
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