Esta semana se cumplieron 92 años de un hecho que sacudió a España, y que había tenido su origen en una derrota militar en Marruecos, el mismo país que ciertos activistas políticos españoles siguen atacando de manera inmisericorde, instrumentando para ello el problema del Sáhara Occidental.
El dictador Miguel Primo de Rivera tomó el poder el 15 de septiembre de 1923, por vía de un golpe militar. Este golpe se habia gestado en la intranquilidad que creaba, en las esferas castrenses españolas. la investigación del general Picasso, tío del pintor. Picasso investigaba los hechos conexos con el desastre de Annual, la gran derrota militar española en Marruecos ante el legendario héroe independentista marroquí Abdelkrim.
En la investigación salían a luz manejos turbios, corrupción y negligencia de los altos mandos españoles, que peleaban en Marruecos la inicua guerra del Riff, mientras se autoadjudicaban condecoraciones y se llenaban los bolsillos.
El golpe mlitar había estallado el día 13, y culminó exitosamente un 15 de Septiembre, con la instauración de la Dictadura de Primo de Rivera. El éxito se debió sobre todo a que el rey Alfonso XIII no se opuso al golpe y nombró al general sublevado Jefe del Gobierno al frente de un Directorio militar.
De esta forma Alfonso XIII ligó de manera indisoluble su destino al de la Dictadura, por lo que cuando Primo de Rivera fracasó en su intento de perpetuar su régimen autoritario, y presentó su dimisión en enero de 1930, la propia monarquía estaba herida de muerte. El nuevo dictador militar, general Berenger, fue incapaz de evitar el avance de la opción republicana, lo cual llevó a la proclamación de la Segunda República Española el 14 de abril de 1931, El rey Alfonso XIII se vio obligado a marchar al exilio.
Una derrota militar de los españoles en Marruecos, había sido el principio del fin de la monarquía española.
La historia había empezado tiempo antes en la legendaria cordillera del Atlas, en el norte de África. Hacia 1920, Abdelkrim ya era el principal líder anticolonialista en Marruecos, y desde esa posición preparó la sublevación del Rif, contando con el apoyo de las cabilas que habitaban la zona. La mayoría de sus hombres eran indígenas que habían desertado del Ejército colonial español.
En julio de 1921, tropas españolas se encontraban situadas en la zona de Annual, desmoralizadas tras varias choques con los guerrilleros de AbdelKrim. Dicen los detractores de la monarquía que, desoyendo al Alto Comisario de España en Marruecos, general Berenger, el general Silvestre cruzó el río Almerkan llegando a las puertas de Alhucemas, solo para cumplir una apuesta que hizo al rey Alfonso XIII. Es que había prometido celebrar con champán el cumpleaños del rey, el primer día de agosto, en esa ciudad. Cuentan que el rey le respondió en un telegrama “Ole ahí tus cojones, Silvestre”.
El resultado sería el desastre de Annual, considerado por algunos como la mayor derrota militar en la historia de España, consumado el 22 de julio de 1921. Las fuerzas de Abdelkrim, unos tres mil guerrilleros, derrotaron a un ejército español de más de trece mil hombres, dando origen a la leyenda del líder rifeño.Tras humillar al ejército español, Abdelkrim declaró la república del Riff, reduciendo la presencia española en Marruecos a la zona de Melilla, por el este, y a Ceuta, Tetuán y Larache por el oeste.
El desastre causó gran conmoción política en España, al punto que el mismo Alfonso XIII diría poco tiempo después a Joaquín Salvatella (ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes) que era inevitable e imprescindible instaurar una dictadura debido al descontento.
Poco más de dos años sobreviviría la monarquía constitucional al desastre de Annual. El golpe militar que siguió, iniciado el día 13 de septiembre de 1923, culminó con éxito el 15 de Septiembre, instaurando la Dictadura de Primo de Rivera. Este cambio no sería muy traumático, sobre todo porque el rey Alfonso XIII era partidario del golpe y nombró al general sublevado Jefe del Gobierno al frente de un Directorio militar.
De esta forma el rey Alfonso XIII ligó su destino a la dictadura, de allí que cuando Primo de Rivera fracasó en su intento de perpetuar su modelo político y renunció, en enero de 1930, la debacle de la misma monarquía quedó sentenciada. El general Berenguer, quien dirigió las riendas del poder entre 1930 y 1931, fue incapaz de evitar el avance de los partidarios de la república, que quedó proclamada el 14 de abril de 1931. El rey Alfonso XIII terminó en el exilio.
Con estos antecedentes históricos tan relevantes, no es extraño que los problemas españoles en Marruecos se hayan convertido en un arma arrojadiza tradicional contra el gobierno de turno. Si una derrota en Marruecos había sido el principio del fin de la monarquía, no es extraño que desde entonces se invoque lo que sucede en ese país para atacar al gobierno de Madrid.
Es notorio que lo siguen haciendo muchos españoles, y sobre todo aquellos que sienten nostalgia de los militares africanos, de Primo de Rivera y de su nunca bien ponderado caudillo Francisco Franco, y buscan recrear aquellas dictaduras de ensueño en el Magreb.
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