Cuando se habla con respeto del “SER HUMANO” no se prioriza su género, ni sus derechos, que son los mismos, se le contempla como la criatura inteligente capaz de ser LIBRE. El mundo, que decimos civilizado, ha redefinido el SER HUMANO y le ha recolocado según tradiciones y costumbres partidistas, en muchos casos hasta con la religión como herramienta.
HOMBRE... MUJER...: ser inteligente condenado a vivir y a desarrollarse en un mundo NATURAL evolutivo y “controlado”. La capacidad de SER la llevamos dentro... La capacidad de LLEGAR A SER, también; ésta últimasiempre ha sido instrumentalizada por aquellas sociedades ARTIFICIALES desarrolladas por intereses NO NATURALES.
Es curioso observar cómo esas personas, “hombre progre liberal” o esa “mujer progre feminista independiente”, cuando llegan al poder ministerial, se convierten “milagrosamente” en muñecos ventrílocuos, dando la impresión de que es otra persona la que habla, “el que dirige la función”. Hoy, Siglo XXI, deformar lo NATURAL y teledirigir los sentimientos de las personas es lo normal, propio de la globalización, concepto que terminará metiendo TODO en un GLOBO ARTIFICIAL, con una mínima posibilidad de escapar de él”.
Sólo la LIBERTAD, capaz de SUBLEVARSE, pinchará el globo globalizado por los poderes instrumentalizados del PODER. EL SER, hombre y mujer, progresará de la mano del respeto, nunca de la mano partidista del político interesado en AÑADIR APELLIDOS A LA NATURALEZA.
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