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Etiquetas | Política | Cataluña

Inmovilismo vs ilicitud

La confrontación de intereses, por parte del gobierno Español y Catalán, son la tónica dominante en Cataluña, que repercute únicamente en el día a día de la población catalana generando una confrontación social irreparable.
Sergi Cerrato
martes, 6 de octubre de 2015, 06:20 h (CET)
La situación actual en Cataluña no es fácil. Entre unos y otros, juegan a mirarse el ombligo, cada cual, intentando superar a su colega, sin sopesar el daño que pueden causar a los que verdaderamente importan. Somos los ciudadanos los que recibimos las consecuencias de sus artimañas políticas, somos nosotros los que día tras día, batallamos para pagar la mala gestión de unos pocos. Creo que todos sabemos la situación que se está viviendo en Cataluña actualmente, no obstante, las respuestas que se están obteniendo desde Gobierno y Generalitat son realmente, dispares y preocupantes.

El inmovilismo del Gobierno Español, es como poco, alarmante. Tras años de manifestaciones multitudinarias, tras evidencias constantes de confrontación social en el territorio catalán, el Partido Popular, parece no enterarse de la cantinela. Ni el mismo candidato del Partido Popular, con sus forzadas gesticulaciones, es capaz de lidiar con la situación. La falta de diálogo, de carisma y de trato con el pueblo catalán, no son más que un reflejo, de la deplorable gestión estatal.

La Ilicitud del Gobierno de CiU, el cambio de collar de Mas, es tratado de tapar como la "Voluntad d'un Poble". No se engañen, es una mera estrategia fijada en dos ejes; Cubrir los recortes y los escándalos en el "Caso Pujol" (o "Caso Convergencia", como prefieran) con una gran estelada, en definitiva, adueñarse de los sentimientos de todos aquellos que creen en una Catalunya Independiente, para un beneficio propio. ¿Por qué evitan hablar de las consecuencias de una hipotética secesión catalana? ¿Por qué no nos enumeran todos los contras de una Catalunya independiente, tal y como hacen diariamente con los pros? Salida de la Unión, pérdida de todos tratados y ventajas de la misma, incertidumbre económica, salida del euro, fuga de empresa acarreando pérdidas de lugares de trabajo, confrontación social, entre muchos otros.

Atrás, y tratando de ser escondidos, quedan esos apretones de manos entre Pujol y Aznar, acuerdos como el "Pacto del Majestic", acuerdos presupuestarios entre Mas y Sánchez Camacho en 2011, en 2012, o frases tan míticas como "El concepto de independencia lo veo anticuado y un poco oxidado" pronunciada por Artur Mas en una entrevista años atrás.

La situación de desamparo de aquellos que pretendemos seguir siendo catalanes, españoles y europeos es agobiante. Por una parte, desde el Gobierno Autonómico y los medios de comunicación públicos catalanes, se fomenta la ruptura social y la marginación de aquellos que no avalamos el proceso. Como respuesta desde el Gobierno Central, recibimos un silencio que ha permanecido y permanecerá, mientras nosotros esperamos simplemente, poder mirar al frente y decir sin miedos "Yo nací en Cataluña, y quiero seguir siendo Español".

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