El recientemente nombrado secretario general del PSOE de Andalucía, ya sabe a qué atenerse, pues se lo la dicho bien claro su jefe supremo, el cateto Sánchez: “Tú en San Telmo y yo en Moncloa”, una frase lapidaria que con toda seguridad le dijo anteriormente a “Susana la senadora”, y ella no obedeció, aunque para no enfadarla ¡pobrecita! se le ha regalado el puesto de senadora y la presidencia de la Comisión de Industria del Senado, con un aumento en su nómina de 1.551euros mensuales. ¿Será por dinero?
En esta situación, el espadachín, que no parece tonto, obedecerá al jefe y no tendrá más remedio que mentir como ya está haciendo. Ahora la ha emprendido contra el gobierno de Moreno, por el asunto de los sanitarios en nuestra comunidad autónoma. Miente al decir que Moreno va a reducir la plantilla de los sanitarios, porque eso no es cierto. Eso sí, aquellos sanitarios que se han contratado para un trabajo determinado (como se hace en muchísimas ocasiones, tanto en lo público como en lo privado) llegado su término, tienen que cesar.
Y sabe muy bien este espadachín de poco recorrido, que no se puede comparar la gestión del gabinete Moreno con ninguno de los de últimos treinta y muchos años en manos socialistas. ¿Ha dicho el espadachín, que Susana dejó una deuda en Sanidad de 1.700 millones de euros? ¿Ha comentado que la actual ministra de Hacienda, cuando era consejera de Salud en Andalucía, pagó 2.100.000 euros de más a 100 directivos de Salud y redujo la plantilla en 7.773 sanitarios?¿Ha dicho algo de los ERE mediante los que birlaron cerca de 800 millones de euros que estaban destinados a los parados? ¡Pues claro que no!
El espadachín, presionado por su jefe está obligado a hacer lo mismo que hacen estos socialistas con todas las comunidades autónomas que no controlan: les mienten, les ponen muchas piedras en el camino y les reducen las cantidades que les corresponden, como ha ocurrido en los últimos repartos efectuados por el Gobierno Central. Pero el espadachín tiene que guardar silencio ¡por narices!
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