1. La vida a precio de saldo… La terrible normalidad del ABORTO. VER y debatir la película “UNPLANNED”, sobre la realidad del aborto, debería ser asignatura fija y de obligado cumplimiento en los ciclos educativos a partir de los catorce años. Si queremos que nuestra juventud esté preparada y sea libre en todas las materias de esta vida, debemos darles la oportunidad de CONOCER. No es democracia implantar sistemas de “CENSURA” para aquellos temas que no gusten a algunos, ya sea por su tendencia política o teorías económicas. Muchas mujeres y muchos hombres, de cualquier tendencia tendrían que sentarse y con serenidad ver pasar los FOTOGRAMAS de un ABORTO. El sentido más natural se cualquier ser humano se horrorizaría. Quizás todos reflexionaríamos.
2. Las lenguas, "babeles" inquisidoras de la cultura. Permitir DILUIR el idioma de todos, el español, es colocar en el trastero (por no decir en el trasero del mundo) la segunda lengua más hablada universalmente, la LENGUA DE CERVANTES. Además de cercenar la posibilidad de formarse adecuadamente a la infancia y a la juventud se está “defenestrando” la posibilidad de una educación amplia y extensiva. El escándalo social vergonzoso, para mayor inri, lo encontramos en los que promulgan esta infamia educativa pero no la practican en su hogares, es decir políticos y esferas económicas elitistas. Parece ser que los hijos de esos “señores de alcurnia regalada” tienen más derecho que cualquier español de bien, incluso en Cataluña. El despotismo social, nacionalista o no, sólo trae enfrentamientos, no olvidarse de las famosas revoluciones de siglos pasados. Algunos, de forma chulesca, desprecian el derecho a comunicarse en el idioma del país donde nació, que cualquier ciudadano libre posee Emplean el dinero público en poner barreras lingüísticas y repartir becas “políticas” entre su partidarios. ¿Calla la sociedad civil catalana? (¿?)... ¿El Gobierno de la Nación?, SÍ… es ESTO ES LO MÁS GRAVE.
3. El ACOSO en el área EDUCACIONAL Huestes ignorantes.cobardes., miserables, pagadas por el nacionalismo, presionan escuelas y universidades. Los Defensores del Pueblo callan. Las Consejerías de Educación, comprenden el acoso y, además lo animan. El Ministerio de Educación dice que no están muy al corriente y que en su caso hablaría. El Ministerio de Igualdad, como no hay feministas por medio ni miembros del grupo LGTB, no entra, el acoso escolar no tiene sitio en su concepto de IGUALDAD. El Presidente del Gobierno, calcula los movimientos a realizar y las consecuencias personales. Las familias sin libertad, los hijos sin libertad, el mundo universitario sin libertad… Es fácil entender que el nacionalismo quiera incluir el arma de su LENGUA en todas las esferas, prensa, radio, plataformas… De esta forma, los gobernantes, desertores modernos, manipularán al pueblo… luego… Bajará de su “cielo” el “Moisés”, también moderno, con el título bajo el brazo de Presidente de todos los obispos y contemplará que el pueblo ya NO CREE… los demonios “desertores” les han hecho cautivos por comida, por falsa riqueza, por futuros paraísos… El Presidente de la Jerarquía eclesiástica, no montó en cólera como el auténtico Moisés, NO. Volvió a sus lares y reunido con sus oficiales, dicen que en oración, simplemente, pidieron que todos fueran buenos… MEJOR NO MOJARSE… ¡Qué Pena! Consecuencias: Las estadísticas europeas e internacionales nos van situando cada vez más retrasados... La Iglesia "Veneciana", adaptación permanente a todo, con tal de aparentar modernidad social, ha preferido no ser La VOZ DEL DESIERTO, fiel al mensaje evangélico, sin disfraz.. Señores con traje y corbata, con títulos de universidades de Baratalia, perdidos en el mundo serio de empresas internacionales… (En ellas no se usa el catalán). Está claro que la solución no está en una dictadura como todos la hemos conocido, pero, manejando y RETORCIENDO el lenguaje como muchos de esa izquierda, que dice ser “buena”, el pueblo podría exigir un DICTADOR GERENCIAL. Quizás ese GERENTE, independiente, daría un pequeño puñetazo, pondría a cada cual en su sitio, ajustaría el gasto, resumiría el consejo de Ministros, hablaría en español para todos y obligaría el español a todos y para todo… también premiaría el conocimiento de otros idiomas, mediante “UNAS CLASES” de apoyo a las mismas. Solucionado los problemas…, siempre vendrá alguno a fastidiar el día hablando en catalán, eusquera, bable, aragonés, valenciano… y negándose a que otros compartan el español..
¿Qué hacer?... cualquier cosa menos, simplemente rezar como la jerarquía. ¡A pensar todos!
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