Hasta el momento presente. Hoy tengo que reivindicar el papel de la abuela como ejemplo claro de sostén de la institución familiar. Todo surge de la observación, a manera de estudio científico, de las actividades desarrolladas por las actuales abuelas. Mujeres jóvenes, pertenecientes al “segmento de plata”, que cargan con todas las actividades familiares que asumen por deseo propio, o por delegación del resto de los familiares que las convierten en una especie de robot que cuida niños, arregla ropas, se ocupa de los enfermos, guisa calderos capaces de alimentar a regimientos completos, etc. Todo ello sin abandonar las labores de punto, las manualidades y cuantas tareas se les presenten. Durante la pandemia no ha cesado su labor. Mucho menos en la época navideña. La cocina de la abuela es una especie de cocina comunitaria de donde salen platos exquisitos, pavos guisados, “tarañetas” alicantinas, “sanjabocos” a cientos, docenas de copas de arroz con leche, cócteles de gambas, sopas de mariscos, piernas de cordero y toda suerte de manjares navideños. Para colmo, el día 1 guisará los tradicionales callos. No se de donde nace tanta fuerza. Como se puede generar tanta actividad en una mujer “mayor” del siglo XXI. Aun recuerdo a mi abuela con esa edad vestida de negro, sentada continuamente en una silla de anea y haciendo croché. Nada que ver con la que anda, mejor dicho, corre por mi casa. Su arma principal es su teléfono móvil que, en ocasiones, echa humo. Es su central de órdenes y su puesto de mando desde el que dirige y controla con mano férrea a los hijos y nietos y a cuantos se le pongan a su alcance. Encima cuando hay una avería de cualquier tipo tira de caja de herramientas y mete mano al estropicio. Si el daño se escapa de sus capacidades, vuelve loco al sufrido obrero que se encarga de solucionarlo. Nunca mejor dicho que “genio y figura”. Yo he tenido la suerte de contar con un ejemplar de dicho espécimen en mi casa. Es todo un espectáculo. Por cierto, si tiene alguna duda… consulta con la bisabuela. Esa es otra. Se me había olvidado mencionarla. Es una especie de “capitán general con mando en plaza”. Hoy de baja por una fisura de cadera. Pero volverá. Claro que volverá. Benditas abuelas.
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