Debo confesar que nunca he pertenecido a ningún partido político, ni he tenido apetencias de participar activamente en política. Sin embargo, sí he estado (y estoy) interesado en lo que ocurre políticamente en España y en el resto del mundo, igual que me interesan los deportes, las reuniones con mis amigos y las tertulias con grupos afines.
Una vez dicho esto, voy a opinar sobre lo que (a mi manera de ver) está ocurriendo en estos momentos en el PP. No sin antes recordar, que en todos los partidos políticos que han gobernado en nuestro país han pasado cosas similares y nunca se ha armado el revuelo que cierta prensa quiere magnificar, después de haber silenciado las inmensas irregularidades de otros partidos.
En este asunto del PP hay dos facetas a analizar: A. Las supuestas comisiones de un hermano de Isabel Diaz Ayuso que intervino en la compra de mascarillas para el gobierno de la Comunidad de Madrid, y B. Los celos (o traiciones) en los dirigentes nacionales del PP con la presidenta Díaz Ayuso que aspira a ser presidenta de esa Comunidad, como es lógico. No voy a hacer ningún comentario sobre traiciones porque en todos los partidos y en todos los tiempos han ocurrido, y seguirán pasando. Ellos serán los que tengan que solucionar sus cuitas.
Sobre las supuestas comisiones percibidas por Tomás Ayuso, que desarrolla la profesión de agente comercial desde hace 26 años, Casado denuncia que “ha tenido un beneficio” de 286.000 euros por su intermediación y esto no le parece correcto.Isabel Ayuso le ha respondido que se trata de una operación legal que está recogida en el portal de transparencia de la Comunidad.
Supongo que este asunto dará mucho de sí en los próximos días, pero creo que aquí no ha habido ocultación, ni desvíos de dinero en cantidades millonarias, ni mariscadas, ni prostíbulos pagados con dinero público. ¿Qué debería hacer un militante del PP en esta situación? Pues yo le diría, sinceramente, que no se precipite. Las cosas tendrán que aclararse y el PP volverá a ser el partido a quien le debemos habernos sacado de la ruina en dos ocasiones y tiene que haber una tercera. Creo que ¡no es el momento de cambiar!
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