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Conociendo a… Julio de la Iglesia

"El miedo y la incertidumbre son los principales factores que coartan la innovación"
Alfonso Miñarro López
jueves, 24 de febrero de 2022, 08:25 h (CET)

Breve Presentación


Julio de la Iglesia es el máximo exponente del liderazgo valiente en España. Compagina la actividad de TEDAX (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos eXplosivos) en la que a diario se enfrenta a situaciones de alto riesgo que requieren escaso margen de error, con la de coach ejecutivo con el principal objetivo de formar e inspirar a líderes y equipos en la superación de sus miedos.

Imparte conferencias dinámicas basadas en sus experiencias vitales en las que apela a la épica personal, invitando a su audiencia a reflexionar sobre sus capacidades para alcanzar los logros que cada uno de ellos se proponga.


Julio ha publicado recientemente el libro El miedo es de valientes (Alienta -2022), y en base a su aprendizaje personal, plasma el modelo MC4, en el que a través de cinco pasos podrás convertirte en una persona más segura y eficaz.


Julio de la Iglesia


Entrevista


- Julio, es un firme convencido de que el miedo es de valientes, de ahí el título de su libro ¿La valentía consiste únicamente en plantarle cara a los diferentes miedos que cada uno de nosotros tengamos en determinado momento?

Por definición valiente es aquel que afronta el miedo dando un paso hacia adelante. Eso es un valiente. Si dieses un paso ante una situación complicada a ojos de los demás, pero tú no tuvieses esa percepción del miedo, no se te podría llamar valiente. Podrías ser un experto, un buen profesional, o por el contrario alguien inexperto, temerario, o inconsciente. Repito, el valiente percibe el miedo ante una situación y aun así, da el paso por el motivo que sea.


- El miedo se define como la percepción de un peligro real (presente) o imaginario (futuro), ¿cuál de los dos considera que es más problemático?

El cerebro no diferencia entre el real y el imaginario, pero sí es verdad que ante un peligro real sería bueno que escuchases a tu miedo para ver qué soluciones te está pidiendo para volver a tener seguridad.


Como te digo, en realidad entre algo real y algo imaginario, nuestro cerebro no es capaz de distinguir, y lo que uno piensa que puede pasar es tan real como lo que está pasando, sintiendo del mismo modo los mismos síntomas que provoca el miedo, como pueden ser el balbuceo, el nerviosismo, o la aceleración de la respiración.


Por ejemplo una persona hipocondriaca, cuando piensa que le duele en determinado sitio de su cuerpo, y que puede ser cáncer, infarto, etcétera. Solo lo está pensando, solo lo está imaginando pero comienza a sentirse igual de mal que si lo sufriese de verdad.


- Julio, reconoce que en su niñez fue ejemplo de lo que de forma despectiva se conocía como “el tonto de la clase”, ¿dónde radica su posterior transformación para ser el nº1 en tres oposiciones al estado?, ¿por su propia experiencia, considera que el fracaso escolar lo propicia el propio modelo educativo, y no los individuos?

Llegó un momento en el que me encontraba entre la espada y la pared, donde era consciente por la edad que tenía, que era un momento de inflexión en mi vida, donde o me pasaba el resto del tiempo haciendo trabajos esporádicos e inestables, y en labores que probablemente no me iban a gustar, o realmente me enfrentaba a la pregunta ¿tú que quieres ser?


En ese momento, me hice esa pregunta, a veces tan difícil de responder, y cuando apareció la palabra policía, me recorrió un escalofrío. Esa palabra fue en cierto modo reveladora, y al principio tuve miedo, pero también una sensación impulsora de claro que sí, que es esto lo que quieres hacer. Y cuando me di cuenta había pagado la matrícula en dos academias, había pagado el carné de conducir, y ya no había vuelta atrás.


Con respecto a la otra cuestión, puedo entender que en una clase de treinta alumnos, unos tienen su motivación, su idea de a qué se quieren dedicar, y algunos no tienen ni puñetera idea de lo que quieren ser. Esto les pasa con diez, con dieciséis, y hasta con veinte años, porque no todo el mundo nace con una vocación, y tampoco es fácil dar una clase donde todos se sientan representados, reconocidos, admirados y queridos.


Es verdad que pan para todos, no es una buena receta, y sí sería bueno que profesores y familia estuviesen atentos a esas inteligencias múltiples de las que habla Gardner, y valorar a los niños en aquello que realmente nos damos todos cuenta de que están brillando y que pueden aportar a la comunidad, más que poner el énfasis en lo que están suspendiendo, o fracasando.


Abogo por esto, por la detección temprana de estos talentos, y tanto por parte de los profesores como de los padres estar muy atentos para descubrir con qué actividades disfrutan más y en qué se diferencian sus hijos de los otros niños.


- En su caso, el carné de conducir, requisito previo para ingresar en el Cuerpo Nacional de Policía lo obtuvo en menos de dos semanas, ¿Motivación y determinación van de la mano a la hora de conseguir los objetivos propuestos?

También añadiría estrategia. En ese momento sabía que lo que tenía que hacer requería de los cinco sentidos. De motivación andaba más que sobrado, y lo que necesitaba era aterrizar todo. Y el primer paso para que todo llegase a buen puerto era aprobar el examen de conducir, y para eso tenía que centrarme en aprenderme el código de circulación lo mejor posible, porque solo tenía una oportunidad.


Es verdad que por aquel entonces ya había estado en los Boinas verdes, que había aprobado lo de patrón de yate, que me había enfrentado a muchas cosas, y a mí mismo me decía que cuando pongo el piloto de Si quieres, puedes, la cosa cambia. Ahí fue cuando me planteé ir decididamente a por el carné. El planteamiento es similar a cumplir determinado objetivo, para ir completando una misión más compleja.


- Decidió formar parte del grupo de élite de los TEDAX tras quedar casi hipnotizado al presenciar la desactivación de un artefacto explosivo, ¿qué fue lo que más le atrajo de lo que allí sucedía?, ¿su entorno más cercano le animó a dar ese paso o por el contrario intentó quitarle esa idea de la cabeza?

Lo que más me atrajo fue que los demás policías estábamos escondidos, mientras él permanecía allí en medio y era objeto de todas las miradas, y la soledad de andar, no te voy a decir hacia una muerte segura pero sí muchas posibilidades de tener un accidente grave, porque previamente había visto las consecuencias que otro paquete que había explosionado, causó a un cartero.


Esa soledad, y esos pasos que él fue dando con ese traje, me hicieron preguntarme lo que tendría ese hombre en su cabeza para dirigirse hacia el artefacto explosivo con ese temple, ese aplomo y ese coraje. Cuando regresó, se quitó ese casco y le pude mirar a los ojos, sudando como estaba y me pidió un cigarro, le pregunté que cómo podía haber hecho lo que acababa de hacer. A lo que él me respondió: “Es mi deber”, con esa tranquilidad que solo se puede ver en las películas. He de reconocer que la actitud y la profesionalidad de ese hombre me deslumbraron, y desde ese momento me propuse ser como él, y transcurrieron años, pero al final acabé en esa unidad.


Mi familia cuando les comenté mis intenciones, inicialmente se lo tomó fatal pero por otro lado sabían que ya había tomado esa senda, y ya me conocen que cuando cojo un camino, lo único que pueden hacer es apoyarme. Y en esta ocasión, doy fe que lo hicieron, a pesar de que en un principio la idea no les sedujo.


- El 21 de abril se celebra el día mundial de la creatividad y la innovación y hace tiempo escribió un artículo en el que apuntaba que el mayor obstáculo para innovar eran el miedo y la incertidumbre, ¿es el miedo el que alimenta la incertidumbre, o es la falta de incertidumbre la que mata el miedo de inanición?

Esta afirmación que mencionaba en ese artículo no es mía, es de la revista Harvard Business, y aseguran que el miedo y la incertidumbre son los principales factores que coartan la innovación.

Aunque son muchos los autores que opinan que lo contrario del miedo es el amor, reconozco que desde mi punto de vista, lo contrario del miedo es la seguridad. Yo siempre digo lo mismo, cuando mi hija era adolescente, y me decía por ejemplo que iba a un concierto, cuando salía por la puerta, y por más que la quiero, a mí el miedo no me bajaba. Cuando sabía con quién iba, donde iba a estar, y qué iba a hacer, con toda esa información acababa deduciendo que era un sitio seguro, y el miedo tendía a desaparecer.


Como digo, lo contrario de la incertidumbre es la seguridad, pero esa aparente seguridad, hay que tener la precaución de no llevarla al extremo, porque corremos elriesgo del inmovilismo, encerrándonos en esa zona de confort, donde el miedo ejerce de guardián de esa puerta.

La incertidumbre, yo entiendo que cuando empiezas a pisarla, estas en esa zona intermedia donde puede pasar lo mejor, y también lo peor, pero que es inevitable atravesar para llegar al punto donde te has marcado.


Yo abogo por hacer las cosas de forma progresiva, por ejemplo, ve formándote, coge experiencia, aprende de los demás, para que esa incertidumbre se vaya haciendo poco a poco una certeza que te permita afrontar determinadas situaciones a las que te enfrentes con cierta seguridad.


- Más allá de si alguien es o no creyente, ¿A dónde nos conduce la resignación que se vislumbra en frases como “Qué sea lo que Dios quiera”, tan instaladas en la cultura popular?

A mí me gusta más la aceptación que la resignación porque con la resignación pierdes tú la responsabilidad al pensar que ya no pintas nada, que no puedes hacer nada, y dejas todo a la suerte del destino, de la providencia o del Karma. Yo prefiero sentirme responsable hasta donde den mis fuerzas, y acepto que en un determinado momento pueda vivir situaciones malas, ya sean éstas laborales, familiares o de salud. Desde esa realidad que te ha tocado vivir, plantéate cómo la puedes mejorar, y cómo puedes llegar a donde te has propuesto.


Hay que ser conscientes de que hay momentos e la vida que no es fácil seguir adelante, también creo que la vida es como un libro lleno de capítulos, y habrá capítulos en los que nos tocará sufrir, y en otros tu vida será mejor si has dado ese paso, si te olvidas del pasado y de tus creencias limitantes, y empiezas a vivir como si no hubiese un mañana.


Julio de la iglesia libro 1

- Julio, una de las citas que aparecen su libro es de Albert Einstein dice así: “La única cosa realmente valiosa es la intuición”. Teniendo en cuenta que la intuición es una respuesta emocional rápida, instintiva y carente de razonamiento lógico, ¿es una temeridad hacer uso de ella cuando uno se enfunda el traje antiexplosivos?

Alfonso, creo que hay unas personas más intuitivas que otras, o al menos que han confiado más en su intuición, o se han fiado de ella durante toda su vida.

Para mí la intuición es la certeza de algo sin datos. ¿Quiere decir esto que tome una decisión por intuición? En algunos aspectos de mi vida, casi siempre. No obstante en el tema concreto de mi trabajo, me gusta más manejarme con datos, con cifras, con tiempos, con materiales… En definitiva con lo que es un protocolo de actuación, y adoptando todas las medidas de seguridad, pero la intuición me dice por aquí, o por allí.


A la intuición, yo la escucho siempre, me dejo sentir, me intento quedar así como en blanco, y tomo la primera idea que me viene. Suelo hacer un ejercicio con mis coachees, o clientes, que cuando no saben muy bien entre elegir A o B¸ les hago lanzar al aire una moneda, y les comento, por ejemplo, la cara A es blanco y la cara B, negro, o que siguen o que lo dejan, lo que ellos quieran. Antes de que esa moneda caiga al suelo, ellos ya saben que cara quieren escoger. Para mí, la intuición es un dato más a tener en cuenta y no la rechazo. Al contrario, la escucho pero no es determinante.


- De forma similar a la práctica del buceo donde son recomendables las paradas de seguridad antes de emerger a la superficie. Al finalizar una intervención en la que ha puesto en riesgo su integridad física, y antes de regresar a casa, ¿de algún modo descarga su tensión emocional generada para proteger a su familia?

Intento liberar presión poco a poco. Según la intervención, y según el trabajo va avanzando, y posteriormente con mis propios compañeros que son los que verdaderamente entienden de esa tensión. Con ellos verbalizas, y haces crítica. En esos momentos vas soltando y soltando presión.

Cuando ya te vas solo a casa, intentas ir colocando todo en su sitio, y en el momento de introducir la llave en la cerradura de la puerta de mi casa, para mí es un interruptor. Fin. Lo dejo ahí, y cuando a la mañana siguiente vuelva a salir por la puerta, lo vuelvo a coger, porque intento por todos los medios no meterlo en casa.


Al principio lo quieres compartir todo pero en mi caso lo que notaba es que preocupaba en exceso a mi entorno más cercano, hasta que fui consciente de que quienes verdaderamente lo entienden son los que trabajan conmigo y saben por qué lo hacemos y cómo lo hacemos.


Este cambio de chip se logra prestando atención a lo que estás haciendo en ese momento, y dejando de pensar en bucle lo que ocurrió horas antes, porque donde pones tu atención, es tu elección.

Cuando llego a casa, pongo mi atención en lo que tengo en casa, y momentáneamente dejo aparcado todo aquello que tiene relación con mi trabajo. No digo que te desaparezca. Es como cuando voy a dormir, le digo a mi cerebro, “No te preocupes, mañana en cuanto me levante, lo primero que haré es ponerme a trabajar para solucionar esto, o aquello”. De esta manera le mando una orden a mi cerebro para poder dormir tranquilo y no seguir rumiando.


- Aptitud y motivación son necesarias para disfrutar y tener éxito en cualquier ámbito laboral, pero en un trabajo como el suyo donde no hay cabida para el error, ¿qué otras características son de vital importancia?

Te diría que lo primero sería tener una buena actitud. Esa actitud de combate, de querer ser parte de la solución, y tener una fuerte motivación que te ponga en esa actitud de combate. Ser parte de la solución requiere separarse del drama, por eso es tan importante el control emocional. A la actitud de que tengo que solucionar esto, se le une la capacidad resolutiva, que se tiene con experiencia, con formación, con equipos bien unidos, y con buen material.


Por último hay que tener el coraje de dar el paso en entornos donde otros tiemblan, porque estas en esa identidad y has conectado con ese profesional que llevas dentro, y a lo mejor llevas toda la vida preparándote para ese momento, y es aquí donde tengo que dar el do de pecho, y justo todo lo que me he preparado, y estudiado es para la que tenemos aquí montada. Así que, de quejarme cero; de lamentarme cero; de echarle las culpas a otros cero. Lo que toca es “ponerme la capa”, ponerme serio, coger el maletín de herramientas y ponerme a trabajar, que es para lo que me pagan.


- El célebre neurólogo Viktor Frankl, se percató del efecto reparador del humor durante su cautiverio en un campo de concentración. ¿En un entorno de trabajo como el suyo tiene cabida el humor?

Para mí es fundamental, no es que tenga cabida. Esto te lo dice Julio, porque no soy portavoz de nadie, solo de Julio de la Iglesia. Repito, para mí el humor es fundamental, sobre todo en los primeros estadios, donde cambia todo de cero a cien, y comienza el Rock &Roll. En ese momento es cuando una broma o una gracia te relajan.


Yo utilizo el humor para pensar con más claridad y más rapidez, y por otro lado para hermanar al equipo, porque si nos hemos reído todos a la vez significa que estamos todos sincronizados en la misma frecuencia, y si alguno no se ríe es síntoma de que le están pesando más de la cuenta las circunstancias. Entonces hasta que no nos riamos todos a la vez, yo no estoy tranquilo.


Cuando nos hemos reído todos a la vez, y sabemos que a partir de ahí ha llegado el momento de ejercer nuestro trabajo con seriedad, y profesionalidad, es como me gusta trabajar. Como te digo, el humor es muy necesario para relajar, para ver las cosas con más claridad y rapidez, y para sincronizar el equipo.


- Rosana, en su canción “Sin miedo” nos propone que es mejor vivir sin miedo, como Juan el protagonista del cuento infantil de Perrault. ¿Está de acuerdo con esta invitación?

No. No me gusta nada el mensaje de esa canción. Para mí el miedo salva vidas; para mí el miedo es un trampolín al éxito; para mí el miedo es un compañero que tiene que estar presente, porque siempre tiene que haber alguien que vea el lado oscuro de la puerta, que vea el peligro, y luego tiene que haber esos valientes que después de escuchar al miedo “se embarcan” y siguen adelante.


El miedo tiene que estar presente sobre todo cuando empiezas con un proyecto donde realmente te la juegas, porque va a poner el foco en lo que tienes que aprender, en lo que tienes que mejorar, y te va a recordar que si quieres dar ese salto con seguridad, te tienes que esforzar al máximo y dar lo mejor de ti, y no andarte con tonterías ni medias tintas.


El miedo, en su justa medida, forma parte del equipo, porque salva vidas, te hace mejorar, te hace ver peligros que a lo mejor no habías visto porque te hace preguntas a cuestiones que tienes que resolver.


Julio en la cercanía


-Julio, ¿hay algo que le moleste especialmente de la sociedad en la que vivimos?

La hipocresía, la cobardía y el egoísmo, sin ninguna duda.


- Uno de los capítulos de su libro lo dedica a las personas girasol. Personas motivadoras, entusiastas, que se giran hacia el lado positivo de la vida, y en definitiva nutritivas. En su entorno más cercano, ¿cuenta con el apoyo de este tipo de personas?

Cuando eres consciente de que existen este tipo de personas te afanas por lo menos en detectarlas, y después sería estupendo poder tenerlas en tu círculo. Hay una gran diferencia entre este tipo de personas girasol, que cuando estás con ellas es como si te tomases un batido de vitaminas, y esas otras que se pasan todo el día en la queja y el lamento, con actitud derrotista e instaladas en el cabreo continuo.


La verdad es que tengo la suerte de tener cerca a algunas de las primeras, además de contar con una comunidad en Instagram y otras redes que solo tienen palabras de agradecimiento, reconocimiento, cariño y admiración hacia mí. Aunque algunas de estas personas, no las conozco personalmente, su cariño en forma de mensajes me llega y acaban calándome hasta el punto de incorporarlos a ese bálsamo de energía que refuerza mi autoestima y que me animan a seguir adelante.


- En su opinión, ¿Las series de Tv de los diferentes gremios pueden ser generadoras de vocaciones? En su caso, ¿alguna mítica serie policiaca en su infancia tuvo algo que ver con su actual desempeño laboral?

En honor a la verdad, comencé viendo películas del oeste, porque es un género que también me gusta muchísimo. Solía ver una serie titulada El hombre del rifle, y que ponían los domingos.

Posteriormente llegaron series como Los hombres de Harrelson, Calles de San Francisco, o Starsky y Hutch. Y puntualmente me sentaba frente a la televisión para no perderme ningún detalle.

Cuando veía este tipo de series era pequeño, y sin duda creo que mis padres ya podían intuir que acabaría siendo policía por el interés que mostraba en este género.


- ¿Qué actividades lúdicas le apasionan a Julio?

La vela me gusta muchísimo. Navegar me parece una actividad que reúne características aplicables a la vida real, como la humildad, el mindfulness o el liderazgo. No he encontrado otra similar que sea capaz de conectarme con mi niño interior, con el valiente que llevas dentro, y con mi verdad.

Mi inquietud, me ha llevado a que me apasionen muchas cosas. Entre ellas las actividades relacionadas con la naturaleza, los viajes en moto, los libros porque sin ellos no podría vivir, o el bricolaje.


- ¿Puede compartir con nosotros el título de algún libro que haya leído hace poco, que esté leyendo actualmente o tenga pensado leer próximamente?

Hace poco acabé de leer Armas de titanes de Tim Ferriss, y ahora he empezado uno que no tiene nada que ver con el coaching que se titula Tres océanos para una victoria, relacionado con una regata alrededor del mundo.


- Julio, ¿pensar y actuar en situaciones de alto riesgo en las que su propia vida está en juego, le lleva a valorar mejor las pequeñas cosas de su día a día?

La verdad es que sí. Lo valoro tanto por mi actividad, como por mi profesión de coach, porque hablo con personas a las que la vida les está dando duro, y al acabar esas sesiones soy consciente de lo afortunado que soy. Sin ir más lejos, este domingo estuve en El Rastro de Madrid y vi a una persona en silla de ruedas que trataba de cruzar con cierta dificultad una calle atestada de gente, y en ese momento pensé, con el día tan esplendido que hace, teniendo dos piernas, dos manos, dos ojos, dos oídos, y dinero en el bolsillo para tomarme una cerveza, como se me ocurra quejarme porque hay mucha gente, es para darme de cabezazos con la primera farola que vea.


Honestamente, no tengo ni un solo motivo para quejarme, porque por fortuna tengo a mis padres vivos, a mi hija que me adora, tengo buenos amigos, aficiones e ilusiones, por lo que firmaba así hasta el último día de mi vida.


- Cómo hijo de joyero, ¿se aplica el refrán “En casa de herrero, cuchillo de palo”, o por el contrario suele llevar alguna joya?

Te puedo decir, que a mí las joyas no me pasan desapercibidas. Mis hermanas y mi madre suelen tener alguna joya que mi padre les ha hecho. Yo también tengo alguna cosa, que ahora no llevo puesto, pero sí le tengo encargados a mi padre un colgante y unos gemelos.

En mi casa valoramos no solo la propia joya, si no el trabajo que hay detrás, porque aprender el oficio de joyero no es hacer un cursito de meses o un año. Hacer piezas como las que en su momento hacía mi padre llevan toda una vida.

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