“Sáenz de Santamaría no da muestras de volver a la política tras los cambios en el PP y reaparece este lunes en público para presentar en el Foro de la Nueva Economía a la presidenta de la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia Cani Fernández. Es paradójico que la presente un miembro del Gobierno del PP y no del que la ha nombrado en la CNMC”. El Mundo lo anticipó. Unas horas antes de ocurrir, avisó con un título en su apartado EFEMÉRIDE: ‘Soraya & Cani Fernández’. Fernández, protagonista y presidenta de la CNMC, forzó a los iniciados a repasar que el estamento que preside es un organismo público, con personalidad jurídica propia, sometido al control parlamentario e independiente del Gobierno; que garantiza, preserva y promueve la competencia en los mercados y sectores productivos. Soraya Sáenz de Santamaría (SSS) fue vicepresidenta en los gobiernos de Mariano Rajoy y la conoce todo el mundo; Soraya, ¡SS!, es menos conocida. La interjección, aunque acicale, suena raro y tiene sabores distintos: Lamento para los que creen que el PP se equivocó postergándola a Casado. Necesidad de auxilio en una situación desfavorable que puede contribuir a mejorar. O grito de socorro para impulsar al PP, y a ella en él, hacia una alianza de personas y grupos (incluidos C’s y Vox), en torno a Núñez Feijóo y como repuesto al gobierno PSOE-UP actual. Soraya, ¡SS!, ante el atril de la primera tribuna política nacional. Hotel Ritz, Nueva Economía Fórum. El motivo, buscado o no, es lo de menos. Desde que se vio que SSS podría convertirse en ,¡SS!, la atención se disparó. Buena salud. Abogada en Cuatrecasas. Miembro del Consejo de Estado. Descubierta en reuniones con Rajoy y su gente. Bien. Apartada de la política, su actividad personal, aunque cuente, no cuenta. Soraya, locuaz y con el desparpajo de siempre, podría aprovechar la ocasión para asentar su reales ante todos. La expectación, enorme, exultó en el minuto nueve con veintiséis segundos. Un retrato natural, el poema periodístico del día, y puede que de la temporada: José Luis Rodriguez, el director de NEF, ante Soraya, ¡SS!, mirándose ambos a los ojos, cómplices inteligentes en lo que escenificaban. Sabían, como casi todos, que la estrella era la presidenta de la CNMC, pero el interés político del momento era Soraya. Su ‘speech’, como sus intervenciones en la tribuna del Congreso de los Diputados, fue espontáneo y sin papeles. Como si, otra vez y como suele, improvisara lo ensayado varias veces. Para la ocasión, difícil, debía conjugar el respeto a la presentada con la expectación. Y lo hizo. Pases por la diestra, al natural, o afarolados, de respeto para Cani. Y otros, pintureros, a cuerpo limpio, enseñando figura y mostrando la diferencia entre una forma de hacer, la suya, y otras. Podía jugar al aire, en el filo de la guadaña, y jugó. Tomados a vuela pluma, algunos lances con preguntas que brotaban sin bullicio: Gracias por pensar en mí. Gracias cuando coincidimos en Cuatrecasas.
Comentábamos sobre Madeleine Albright, que hay un cielo especial para las mujeres que ayudan a otras mujeres. Cani tiene un trozo de ese cielo reservado. Practica la solidaridad femenina. Tiene criterio y no tiene miedo a defenderlo. Tiene vocación de servicio público. En lo más alto de su carrera pasó al servicio público. Deberíamos todos plantearnos por qué muchos profesionales no dan el paso a lo público – ¿trataba de retratar a la Presidenta CNMC o se hacía un autorretrato? -. La invasión de Ucrania nos ha hecho pensar a los europeos lo que somos. Los cambios con el Covid nos llevan a otra etapa no libre. La globalización ya no existe. Caminos desconocidos para todos - ¿Puesta en escena? - Que no nos separen los detalles y nos anclen en los principios que nos han llevado hasta aquí. Vivimos un momento de máxima transformación, en el cambio de escenario global y en todo hay problemas - ¿Propuestas de unidad a diestro y siniestro, sobre todo a siniestro? Hoy no hablamos de otra cosa, ni de políticas sociales. Según Víctor Hugo ‘augusta pero no angosta’. A la gloria por lo difícil - ¿Cómo remate, patada a seguir, o principio de algo? No hubo más. Miró a la presentada, se escondió tras una sonrisa, de complicidad u oferta, y se calló. Se sentó junto a Elena Salgado, vicepresidenta de un antiguo gobierno socialista, que estaba allí. Puede que por consideración a la presidenta de la CNMC propuesta por el PSOE; o para buscar acuerdos y consensos futuros que algunos creen saber por y para qué; y otros, renuentes con la obediencia debida en estas alturas, no. Sea lo que sea, con cada uno a lo suyo, hay un futuro que encarar. También imponderables, pero Soraya, ¡SS!, está.
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