Médicos del Mundo advirtió este lunes de que el cambio de posición de España sobre el Sahara Occidental provocará “consecuencias irreversibles” en la salud de los más de 178.000 saharauis que viven en los campamentos de Tinduf (Argelia) y que dependen casi exclusivamente de la ayuda humanitaria externa.
Lo hizo a través de un comunicado en el que describió que la falta de acceso al agua y a la alimentación, las precarias condiciones de las viviendas y el clima extremo de la hamada argelina “impactan directamente en la salud y en el desarrollo personal de la población saharaui y les impiden salir del círculo de la pobreza”.
A ello se suma la inseguridad alimentaria o la insuficiente ingestión de alimentos, lo que le dio pie a aseverar que “la población saharaui ya no puede vivir en exclusiva de la ayuda humanitaria, una canasta insuficiente de alimentos que se suma a los altos precios de los alimentos en el mercado”. Según el Programa Mundial de Alimentos, únicamente el 12% de los hogares saharauis tenían seguridad alimentaria en 2018, el 30% se encontraban en situación de inseguridad alimentaria y el 58% eran vulnerables a ello.
Médicos del Mundo destacó que la reciente decisión del Gobierno español de apoyar la propuesta de autonomía planteada por Marruecos para el Sahara plantea entre los saharauis “un sufrimiento psicológico mayor”.
A su vez, el sistema de salud público saharaui, formado mayoritariamente por mujeres, se caracteriza por “la falta de personal cualificado, unas infraestructuras precarias y la falta de acceso a medicación y material sanitario”.
Por todo ello, Médicos del Mundo manifestó su “extrema preocupación” por las consecuencias que tendrá el giro político de España sobre el Sahara y el “posible agravamiento de esta emergencia humanitaria olvidada”.
También reclamó al Gobierno que “explique de forma urgente los términos y el calado de esta decisión”, y sus “implicaciones prácticas”. Del mismo modo, recordó al Ejecutivo la “deuda histórica” y la “responsabilidad” que tiene en el “impulso de los procesos de diálogo que permitan una solución política justa, duradera y aceptable para todas las partes”.
Por último, proclamó su “total rechazo” a la interpretación que el Gobierno hace de la resolución de la ONU al aceptar la autonomía del Sahara propuesta por Marruecos y le exigió una rectificación de su postura.
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