Los recientes halagos Aníbal Torres a Hitler han demostrado tanto la naturaleza contradictoria del Primer Ministro así como la hipocresía antidemocrática de la derecha.
Fujimoristas
El viernes 8 muchos diarios de derecha colocaron en sus portadas imágenes del Premier como si fuera el Führer, pero al día siguiente ninguno de ellos destacó el papelón internacional del Tribunal Constitucional (TC) cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anuló su indulto a quien el Nobel Mario Vargas Llosa ha dejado de describir como uno de los dictadores más corruptos y sanguinarios de nuestra historia. Es más, algunos de ellos, comenzando con "El Comercio" (quien capitanea al grupo que controla al 80% de la prensa escrita), colocaron notas mostrando simpatías por Keiko Fujimori y su padre.
No conocemos a ningún político o medio derechista que haya denunciado la intromisión golpista de la Fundación alemana Friedrich Neumann para derrocar al Gobierno constitucional o que la haya denunciado porque esta tenga el nombre de uno de los pensadores en los que se basó el nazismo. Neumann fundó la Asociación social nacionalista que en la I Guerra Mundial planteó la expansión germana hacia la "Europa del medio" y quien propulsaba el militarismo, el antisemitismo y el holocausto de los armenios, ideas que luego servirían para que Hitler cree su partido nacional-socialista (nazi).
Tampoco ninguno de ellos ha condenado la existencia de batallones abiertamente hitlerianos en Ucrania o las masacres que estos han hecho allí de sindicalistas y de ruso-hablantes. Todo esto vale para las embajadas de Israel o de Alemania, república en el cual cogobierna el liberalismo asociado con la fundación Neumann.
El almirante montesinista Montoya, autor de la última moción de vacancia presidencial, hoy quiere remover a Torres. Sin embargo, él no le cuestiona esas declaraciones al Premier ni el "toque de queda" del 5 de abril (el cual él apoyó argumentando que se debía impedir que los pobres de los cerros bajen a saquear), sino, más bien, por haberle jalado la oreja a la policía.
Torres
El Premier hizo estas controvertidas declaraciones el 7 de abril: “Adolfo Hitler visita el norte de Italia y Mussolini le muestra una autopista construida desde Milán hasta Brescia, entonces Hitler fue a su país y lo llenó de autopistas y aeropuertos, y convirtió a Alemania en la primera potencia económica del mundo. Tenemos que esforzarnos, tenemos que hacer sacrificios para mejorar”.
Todo esto es una alegoría al nazi-fascismo que, además, se basa en falsedades históricas. Alemania NUNCA ha sido "la primera potencia económica del mundo" (y menos aún durante Hitler). Las primeras autopistas y aeropuertos germanos se dieron ANTES de que el Führer llegue al poder en 1933. Las construcciones y obras que Torres enaltece fueron hechas por una mano de obra a la que se le privaron derechos a la huelga o libre asociación sindical o partidaria, y en la que se le incorporaron trabajadores forzados o esclavizados de judíos, gitanos, eslavos, o perseguidos políticos y sociales.
Al día siguiente, el viernes 8, Torres quiso excusarse así: "Ayer di un ejemplo de cómo el criminal más avezado puede hacer obras positivas, ahora voy a dar un ejemplo del Perú, y que ahora se encuentra detrás de rejas —que fue el autor mediato para que proceda, por ejemplo, el secuestro de los estudiantes de La Cantuta (...)—, ¿puedo decir que no hizo algo bueno? Estaría faltando a la verdad".
No hay nadie que solo haga un 100% de cosas buenas o malas. Hasta gánsteres como Pablo Escobar eran capaces de regalar dinero y obras para buscar popularidad a fin de protegerse. El problema está en que las construcciones de Hitler, que eran basadas en la extrema militarización y deshumanización de los trabajadores, no son ningún modelo a ensalzar.
Errores
Estas declaraciones forman parte de varios "tiros a la culata" que se ha hecho el propio Torres. Cuando estaba por comenzar el 5 de abril, el Gobierno decretó una inmediata "inmovilidad ciudadana", la misma que produjo el efecto contrapuesto (protestas populares), que se debiese levantar dicha medida 7 horas antes de que feneciese, mientras que la policía apareciese para evitar los saqueos al PJ.
El propio Torres fue quien, seguramente, aconsejó a Castillo seguir con la Constitución de 1993 (y no volver a la de 1979 aplicando varios artículos de esta que llaman a rechazar cualquier ley impuesta por autoridades ilegítimas, como fue la emergida en el fuji-golpe), y también a que se sembraran ilusiones en que el TC iba a denegar las constantes resoluciones del Congreso contra la carta magna.
Cuando el TC decidió indultar a Fujimori, Torres llamó a abolir ello y dijo que ello equivalía a querer soltar a Hitler. Empero, luego no hizo nada para aplicar el precedente del indulto revocado de Crousillat y anular una resolución presidencial con otra. La representación del Estado peruano en el TC fue tan tímida que los jueces constantemente le demandaban que fijen una posición. Y antes Torres despidió a la jefa del INPE porque hizo que Fujimori volviese a su "cárcel de oro" tras venir de sus tratamientos de salud, pero cuando nuevamente el reo más caro del Perú salió de la clínica, él nuevamente volvió a su prisión dorada.
Anteriormente, Perú Libre le cuestionaba a Torres de haber sido un "montesinista" que fue parte de la intervención fujimorista a la Universidad San Marcos y hoy una de sus congresistas le tilda de ser un "derechista" que mantiene al neoliberalismo y a un ministro de economía que defiende tal modelo. Torres en la primera vuelta votó por AP y luego en el balotaje se unió a su paisano chotano.
Al margen de si Torres debe o no mantenerse como Premier, lo que queremos resaltar es la desproporción de la media fujimorista. Han impreso numerosas portadas y afiches como si fuera el mismísimo Hitler, aunque Torres nunca ha querido imponer una dictadura u hacer masacres. En cambio, a quien sí hizo esto último (Fujimori), buscan protegerlo y simpatizan con su indulto y con el "drama" de su hija Keiko. El Grupo "El Comercio" constantemente busca encontrar hechos delictivos en los "dinámicos del centro" y el entorno del Presidente y de Vladímir Cerrón. No obstante, no quieren investigar ni publicar acerca de los tremendos hechos delictivos del fujimorismo o de congresistas de la derecha dura.
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