ANAIP, Asociación Española de Industriales de Plásticos, inició oficialmente la celebración de su 65 aniversario el pasado viernes 22 de abril con la organización de una mesa de debate en la que se trataron los temas que más preocupan a las empresas del sector de transformación de plásticos en la actualidad: los precios de la energía, el acceso a materias primas o la escalada de la inflación.
“Vivimos momentos de incertidumbre y esta situación ha venido para quedarse”, comentó Luis Rodrigo, Presidente de ANAIP, en la bienvenida de este debate, que se celebró en formato virtual tras la 77ª Asamblea General de la asociación. Lo moderó Luis Cediel, Director General de ANAIP, y en él participaron también Gregorio Izquierdo, Director de Economía de CEOE; Carles Navarro, Presidente de Feique; Pedro Hojas, Secretario General de UGT-FICA y Francisco Espinosa, Socio Director de la Asociación de Consumidores de Electricidad (ACE).
El Presidente de ANAIP abrió el debate retomando la petición de la asociación de modificar el modelo marginalista de fijación de precios de la energía. “La industria necesita seguridad”, afirmó. Idea que apoyaron Carles Navarro, que comentó que la industria está sufriendo mucho por los precios de la energía, “creemos que no queda más remedio que cambiar el modelo de fijación de precios” y Pedro Hojas, que defendió que necesitamos soluciones “a largo plazo”; pero que no compartió Francisco Espinosa. “Creo en el marginalismo, pero estamos en un momento excepcional y hay que tomar medidas”. En lo que sí estuvieron de acuerdo fue en que las energías renovables serán las mayoritarias en el futuro, por sostenibilidad y por precio, y en que España tiene una posición privilegiada que debe aprovechar en este sentido. “El futuro energético en España tiene muy buena pinta”, concluyó Espinosa.
La escalada de la inflación fue otro de los temas que se pusieron sobre la mesa. Gregorio Izquierdo, Director de Economía de CEOE, planteó que el contexto internacional ha cambiado mucho y que, en un momento en que se esperaba un efecto rebote tras la pandemia, han surgido nuevas dificultades que no esperábamos como las disfunciones en la cadena de suministro o el conflicto de Ucrania. “Esto provoca incertidumbre y desconfianza empresarial y va a traer un escenario de menor crecimiento”. En cuanto a la inflación, Izquierdo aclaró que desde CEOE pronostican que la cifra actual irá bajando en el segundo semestre y que cerrará el año en torno al 4% o incluso menos.
Entre esas nuevas dificultades que han surgido tras la pandemia está además el acceso a las materias primas y las subidas de precios de los polímeros, una situación que está afectando a los transformadores de plásticos desde hace algo más de un año. También las nuevas regulaciones con objetivos de reducción de algunos productos plásticos que desde la industria consideramos desmesurados y que solo supondrán la sustitución de unos materiales por otros; o la creación de nuevos impuestos, como el impuesto a los envases plásticos no reutilizables incluido en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que entrará en vigor en 2023 y que será un sobreestímulo al consumo de material reciclado que hará que se incrementen los precios de este material, incluso por encima de las materias primas vírgenes. Todo esto, sumado a la delicada situación económica, puede poner en riesgo a cantidad de empresas del sector. Un tejido industrial muy importante en España que genera una cifra de negocio anual de 31.000 millones de euros, lo que supone el 21% de la industria manufacturera, el 2,7% del PIB y que aporta más de 1500 millones de euros a las arcas públicas.
Además, como recordó Pedro Hojas, Secretario General de UGT-FICA, hay que recordar el momento complejo que viven los sectores de los plásticos y de la química en cuanto a imagen pública. “Pero no se trata de los productos, sino del tratamiento de los residuos”, aseveró. “Lo fácil es atacar a la industria, pero hay que empezar a hablar de la responsabilidad de todos”.
La propia industria está tomando medidas para mejorar el ecodiseño, la gestión del fin de vida de sus productos y utilizar cada vez más material reciclado. Empezando por invertir en nuevas tecnologías, como el reciclado químico que, como indicó Carles Navarro “tiene el potencial de cambiar las dinámicas del sector de los plásticos y del sector químico en general, ya que permite sacar de los vertederos residuos que de otra manera no pueden aprovecharse y convertirlos en materia prima”. El desarrollo de esta tecnología representa un claro ejemplo de las iniciativas de la industria por ser cada vez más circular para poder seguir cumpliendo su misión: desarrollar productos necesarios y sostenibles para la sociedad.
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