La historia se repite, con distintas fechas, con distintos nombres, con distintos espacios. Ninguna flor, nacida de la misma planta, es igual, pero todas son parecidas.
En tiempo de Jesús, el Nazareno, los fariseos rasgaban sus vestiduras, escandalizados, “hipócritamente escandalizados”. Hoy, pasados más de dos mil años, los “Padrinos” modernos, igual de “respetados” que “Don Vito Corleone”, se dedican a sortear las Leyes, amasando fortunas y regalando “vituallas a esclavos mercenarios”. Organizados como “Reinos Taifas”, humillan, disimulada, su testa, mientras destrozan la fidelidad al Estado… Desarrollan “masters especializados en el disimulo”… Generan radioescuchas, infiltrados… Abren sus propias embajadas tras cortinas comerciales… Dialogan con los enemigos de su propia nación… Después esos “Padrinos” modernos, “Ave” o “coche oficial” en ristre, marchan veloces a Madrid y en el Santa Santorum de la Democracia, RASGAN SUS VESTIDURAS, como hacían los famosos FARISEOS de hace más de dos mil años. La historia, hoy, es una “copia”, una CALCOMANÍA, pero con papel “couché”. Sólo existe una gran diferencia. HOY, no está aquel Nazareno, capaz de expulsar del Templo Sagrado a todos aquellos que, para OCULTAR SUS VERGÜENZAS, SE ESCANDALIZABAN DE LA VIDA DE DEMÁS. A buen entendedor pocas palabras bastan.
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