El pasado día 15 tuvo lugar la última sesión plenaria del Senado o Cámara Alta y con ello se finiquitaba la legislatura 2011-2015. Ante este cierre temporal, hasta la nueva legislatura 2015-2019, creo que somos muchos los que nos hemos vuelto a plantear la cuestión de si Senado sí o Senado no, y sobre todo la pregunta ya tópica pero no menos coherente: ¿Para qué sirve el Senado? Es evidente, esto está más que probado, que tal como hoy se viene dando en el funcionamiento de la Cámara Baja esta solo sirve para que unos centenares de políticos estén “calentando sillón” sin ningún tipo de efectividad cara a la sociedad española. El Senado, probado está también, es un “cementerio de elefantes” al cual van a parar los políticos en paro, los ya “amortizados” o para reparar determinados agravios. El mantenimiento de esta institución nos cuesta a los españoles casi 52 millones de euros anuales, concretamente 51.741.830 euros en 2014 y 51.900.420 en 2015. Casi nueve mil millones de las antiguas pesetas.
La Constitución Española en su título tercero y más concretamente en su artículo 69 nos habla sobre el Senado y nos dice que “El Senado es la Cámara de representación territorial”, hasta aquí lo que los españoles sabemos sobre el Senado lo demás queda en la nebulosa. En dicho artículo se pone de manifiesto que en las provincias, incluidas las insulares, en las islas y agrupaciones, en Ceuta y Melilla y en las Comunidades Autónomas, se elegirán proporcionalmente los Senadores. Sobre sus funciones es muy posible que se hayan dispuesto normas o leyes pero poco se sabe de ello, de haberlas no se traducen en nada tangible ni mucho menos práctico. Actualmente el Senado está compuesta por 266 miembros elegidos en las distintas circunscripciones una verdadera barbaridad si tenemos en cuenta que en los EEUU son cien los Senadores, dos por cada uno de sus cincuenta estados, que representan a 321 millones de habitantes mientras que En España con 50 provincias, más Ceuta y Melilla, y con poco más de 46 millones de habitantes son 266 los senadores. Evidentemente las funciones del Senado español no tienen nada que ver con el estadounidense, aunque de oídas los españoles sabemos el funcionamiento del norteamericano y el español está a años luz de llegar a ser algún día una verdadera representación territorial que lleve consigo la defensa de los intereses de los ciudadanos.
Sí, el Senado ha echado el cierre temporal, ahora queda una Comisión Permanente hasta la formación del próximo y los que componen esta comisión percibirán durante dos meses 8.000 euros cada mes o sea un total de 16.000 euros. Alguien se preguntará, seguro, que va a ocurrir con los senadores que no repitan después de las elecciones del próximo 20 de diciembre, tranquilos, de momento estos, los que no repitan, van a disponer de una paga, hasta un máximo de 24 meses, de 2.813 euros al mes, al final de esos 24 meses percibirán un total 67.512 euros, más de once millones de las antiguas pesetas. Otros, los españoles de a pie, perciben un subsidio de 426 euros al mes. Huelga señalar que una vez cumplidos los 24 meses muchos de los senadores subsidiados serán “recolocados”. Estos no podrán beneficiarse de los 426 euros que da el Estado. Qué pena.
Creo que ya va siendo hora de que se vaya planteando seriamente una reforma del Senado, reduciendo miembros y por tanto costos y darle a este una función que sea realmente productiva para el país y por ende para todos los españoles o caso contrario tendremos que volver a aquel 27 de octubre de 1931, en la Segunda República Española, cuando por 150 votos contra 100 se decidió suprimir el Senado, con lo cual el sistema parlamentario español pasó a ser unicameral. No se las causas que motivaron esta decisión, pero si se que actualmente existen motivos más que suficientes para cerrar definitivamente esta Cámara Alta. No supondría ningún quebranto para el sistema, al contrario, daría mayor credibilidad y confianza al mismo. Y cierro esta reflexión repitiendo el titular: ¿Se debe reabrir el Senado? En otro momento habrá que hablar en parecidos términos sobre las Diputaciones Provinciales.
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