Pienso que sí y no solamente se puede hacer con cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. En este país el caso de los abandonos de animales es grande, según los datos de las perreras. Los toros y galgos también las pasan. Y sin embargo, encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.
Hay cafeterías que ayudan, Espai de Gats en Barcelona, Cat Café de O Temple, Cafecito de Gato Gazzu en México. Hay tanto que cambiar…
Y con lo bonitos que son, gato blanco, gato negro, gato a pintas o sin rabo, siamés, común o pelado. Son hermosos todos ellos, gatos son animal sagrado.
Claudia Zetina es la propietaria y propulsora de Cafecito de Gato Gazzu. Esta cafetería tiene hermosos gatitos, la mar de mimosos, algunos son peludos y juguetones. Sobre 18 conviven a la vez, en un espacio dedicado para ellos, a la espera de una familia amorosa que les desee integrar en sus vidas. ¿Quién iba a decirle a un gato llamado Gazzu, que iba a dar nombre a una cafetería?... Gazzu, ¿dónde estará el niño don Gazzu?, contemplando la que ha armado, sin ser sabiondo ni infiel ni cruel hombre.
Cafecito similar al Cat Café gallego, con profundo amor al gato negro. Por cierto, hace dos días dejé en el Cat a Caramelo o Melo, un gato naranja muy sociable, y aún lloro hoy, porque no me lo quedo porque tengo muchos. Y para mí todos los gatos son un Gazzu. Y yo soy una Mamá Gazzu.
Quizás tú también te decidas a adoptar en una cafetería, porque también te ofrece la ventaja de que si por un buen motivo no puedes tenerlo, puedes devolverlo. Son pues, Protectoras en toda regla. Aunque creo que sin subvención pública. Viven de donativos, ventas en tienda y lo que le rinde la cafetería.
Según Claudia: -Hace doce años que empecé este proyecto porque adoptar me ha permitido conocer el verdadero amor. Ojalá más gente hiciera lo mismo. Yo adopté a Gazzu, hace 23 años. Una compañera de Secundaria regalaba gatitos. Jamás imaginé que encontraría una razón para mi vida gracias a ese minini. Los gatos estaban en una caja de cartón en un negocio cercano a la vivienda de Rebeca. Me quedé con el último que cogí, era rayado y pequeño, más de lo que podía imaginar, cabía en mi patín y ahí lo llevé a casa, diciéndole que lo sería todo para él. A su lado, descubrí mi misión en esta vida. Por ello, su legado sigue aquí, existe una Asociación Civil que ayuda a más de trescientos gatos sin hogar anualmente a través del amor de 25 trabajadores y colaboradores.
En El Cafecito, los gatitos lo pasan bien en su espacio, con puentes de madera y arañadores, camas aéreas cómodas y juguetes. Disfrutan además de la compañía de los visitantes con miras a adopción o no.
Amigos, México es un país variopinto. Hay personas que aman a los animales y están dispuestos a adoptar y hay gente mala que le hace falta conocimiento, moral y sentimientos para evitar situaciones como el maltrato animal. Recuerden por favor, que un animal aporta a una casa responsabilidad, compromiso, alegría pero sobre todo, mucho amor y salud, está demostrado. Adoptar es bueno. Nada te hará más feliz. En serio.
Tenemos una página de Facebook para los adoptantes, a los cuales llamamos Gazzupadres/madres. Ahí presumen con sus fotos. Hay mucha cordialidad y felicidad en la Red Social. Bendita sea!!!! Finalmente, el consumo que se realiza aquí se convierte en beneficios para los nenés. También hay una cuenta bancaria y una cajita situada a la salida.
Por otra parte, en nuestra tienda tenemos productos para cuidado y salud de los gatitos y variopintos juguetes. Además hay accesorios para los adoptantes y lo que ni te imaginas… ¿Vendrías a visitarnos? -Pues por mi parte, habrá que darse una vueltecita, porque también soy madre. Y como dice mi hermana, nosotras también tuvimos de adolescentes a un Gazzu, a Minio Gregorio Pedro Manuel, que nos cambió la vida, convirtiéndonos en eternas adoptantes.
Los gatos son seres adorables, si adoptas, nunca les abandones, debes permanecer con ellos en las buenas y las malas.
Yo encontré muchos gatitos que llevé al Cat Café coruñés: Serafino, Caramelo, Romeo, Selva, Molly, Candela, una que llamé Juliett… Confiando en su buen hacer y esperando siempre que se los lleven buenas personas. Montse y Antía, las propulsoras de esta idea en estas tierras lo tienen claro: -Tenemos que cambiar España, los animales merecen ser respetados y cuidados. Si somos los primeros en prestar ayuda en catástrofes humanitarias internacionales, no podemos descuidar LA VIDA, de los nuestros, tengan la forma que tengan.
Y mucha razón tienen. Por ello trabajan duramente. Pero lo cierto es que toda esa familia se puso de acuerdo en ayudarles. De hecho, permiten que el animal pueda ser devuelto si el adoptante lo decide, aunque no es lo corriente.
Yo pondré mi grano de arena porque si algo puedo decir es que todo mi arte y mis letras son propiedad de animales. Jamás de humanos, por ello tampoco mía.
Muchas gracias por leernos y comparte aunque no te guste para de este modo, ayudarles.
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