Las soluciones basadas en la naturaleza podrían reducir la intensidad del cambio climático y de los daños asociados a episodios meteorológicos extremos en un 26%, algo clave en un mundo en el que más de 3.000 millones de personas viven en lugares muy vulnerables al cambio climático. Así se desprende del informe ‘Trabajar con la naturaleza para proteger a las personas: cómo las soluciones basadas en la naturaleza reducen la intensidad del cambio climático y los impactos asociados a eventos climáticos extremos’, elaborado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) y WWF.
Ese informe se presentará este viernes en el encuentro Estocolmo+50, auspiciado por la ONU y en el que líderes mundiales y representantes de gobiernos, empresas, organizaciones internacionales, sociedad civil y jóvenes celebran el 50º aniversario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, que tuvo lugar en esa ciudad sueca en 1972 y fue la primera cumbre mundial que consideró el medio ambiente.
Las soluciones basadas en la naturaleza son acciones para proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar los ecosistemas naturales o modificados que abordan los desafíos sociales y el cambio climático de forma eficaz y adaptativa, al tiempo que proporcionan beneficios para el bienestar humano y abordan la pérdida de biodiversidad.
El informe muestra cómo las soluciones basadas en la naturaleza pueden reducir la probabilidad de que se produzcan eventos relacionados con el cambio climático y el clima, expone que pueden ayudar a salvar vidas al prevenir la exposición a estos peligros y apoyar a las comunidades vulnerables para que se adapten y resistan los peligros de un mundo cada vez más cálido.
97.000 MILLONES EN 2030
Por primera vez, el análisis de la IFRC y el WWF muestra que estas soluciones podrían proporcionar a los países en desarrollo una valiosa protección contra el coste económico del cambio climático, al ahorrar al menos 97.000 millones de euros en 2030 y 368.000 millones en 2050.
Según la FICR y WWF, las comunidades en todas las regiones del mundo experimentan ya un empeoramiento y un aumento de los impactos del cambio climático. En este contexto, las personas vulnerables en países de bajos recursos son las más afectadas y las mujeres y los niños son, con frecuencia, los más expuestos.
Entre 2010 y 2019, los desastres repentinos relacionados con el cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas mataron a más de 410 000 personas.
“La crisis climática está impulsando muchas crisis humanitarias en todo el mundo. Su impacto en la vida y el sustento de millones de personas se está intensificando. Hay que cuidar la naturaleza; la restauración de bosques, tierras de cultivo y humedales son algunas de las mejores y más rentables formas de ayudar a las comunidades vulnerables a adaptarse a los riesgos e impactos que ya enfrentan. Protegiendo la naturaleza se protegerá a las personas”, apuntó Jagan Chapagain, secretario general de la FICR.
EJEMPLOS EFECTIVOS
Por su parte, Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, subrayó: “Seamos claros. Si no aumentamos urgentemente los esfuerzos para limitar los impactos de un mundo que se calienta, se perderán más vidas y las economías y los medios de subsistencia se verán afectados. La naturaleza es nuestra mejor aliada y también un amortiguador crucial contra el cambio climático. Al restaurarla y protegerla, podemos ayudar a que los ecosistemas sean resilientes y continúen brindando servicios cruciales a la humanidad y, en particular, a las comunidades más vulnerables”.
“Las soluciones basadas en la naturaleza desempeñan un papel clave para abordar el cambio climático, pero los beneficios potenciales de estas soluciones disminuyen a medida que aumenta la temperatura global, por lo que cada momento y decisión son importantes para reducir las emisiones y nos proporciona la mejor oportunidad de construir un mundo más seguro y justo”, indicó Lambertini.
Algunos ejemplos efectivos de soluciones basadas en la naturaleza que abordan el cambio climático son conservar los bosques para restaurar la tierra degradada, proporcionar alimentos, protegerse de las sequías y proteger a las comunidades de los fuertes vientos; restaurar llanuras aluviales y humedales para reducir el impacto de las inundaciones y promover la agricultura sostenible para protegerse frente a las sequías, y restablecer manglares y arrecifes de coral para proporcionar una barrera protectora contra las tormentas, absorber el dióxido de carbono que calienta el planeta y ofrecer alimentos para las comunidades locales y hábitats para la vida marina.
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