Es un hecho que los incompetentes no soportan la competencia de los demás y, menos aún, si esa es innovadora, tecnificada, eficaz y necesaria. A esta izquierda reaccionaria le molesta que se inaugure un hospital público contra pandemias, en medio de otra que ha hecho un daño brutal y se ha llevado por delante miles y miles de personas por negligencia del Gobierno sociocomunista, con resultado de muerte. Decía Balzac que «el socialismo es un eterno parricida: mató a su madre, la república, y asesino a su hermana, la libertad».
Si a ello unimos el machismo que es habitual en la izquierda, polvorienta, reaccionaria y de algarada --por el hecho de comprobar cómo una mujer como Díaz Ayuso da “sopas con onda” a tanto rácano y degenerado como titular de ministerio, coche oficial, demostrada dejadez y mentira incorporada-- entonces sí que el odio y la aversión se instalan en quienes nunca han hecho nada meritorio para ellos ni para los demás. Precisamente por eso es por lo que Díaz Ayuso brilla más frente a tanto gaznápiro y politiquillo inexperto forrado de presuntuosa necedad.
Durante una crisis aguda, como la que tenemos actualmente, se ha construido un hospital de pandemia y emergencia. ¡En 100 días! No tengo dudas respecto a que, si hubiera sido iniciativa del Gobierno sociocomunista del narcisista Sánchez, habría sido la mejor y mayor obra salvadora de vidas de todos los tiempos y Pedro Sánchez «El mentiroso» no hubiera dudado en proclamar a los cuatro vientos que se habían salvado millones y millones de vidas. De momento solo es culpable de muertes, pero no de salvaciones ni de buena gestión. Ah, y de malgastar tiempo con cientos de inútiles asesores, asilvestrados como él.
Insisto: es una vergüenza que el Gobierno central, atiborrado de mediocres y fracasados, haya enviado a sus voceros oficiales y subvencionados a protestar por esta inauguración, en vez de asistir como invitados. Ellos solo protestan, no dan más de sí. Liberados, sindicalistas protegidos, sectarios sanitarios… Había que hacer bulto.
Las cosas han cambiado respecto a hace unos años, de ahí que la ciudadanía piense que antes de llegar este desgobierno de Sánchez «los españoles pagaban un euro por el litro de gasolina, seguía habiendo educación y sanidad, la luz era asequible… ¡y llegábamos a fin de mes! Lo que no había eran 23 ministerios, 1200 asesores, 20.000M para el ministerio de Irene Montero y un tonto con Falcon».
No puede ser que la derecha construya hospitales, gestione material sanitario urgente y busque soluciones a problemas urgentes, en tanto que desde el Gobierno sociocomunista se deje traslucir el grueso de su ineficacia, desidia, incompetencia e inmadurez, sin que falte la ya habitual corrupción. No se vayan muy lejos porque, con el intento de topar el precio del gas, han vuelto a hacer una mala gestión y ahora la electricidad es más cara que antes de adoptar esa medida.
Milagro será si no nos encontramos miles de millones en facturas, olvidadas en los cajones, como sucedió con la marcha de Rodríguez Zapatero. Sucedió lo contrario de cuanto había pronosticado el ministro Solbes, que resultó ser más zote de lo que daba a entender. No solo Fray Gerundio de Campazas tenía el apodo de «zote», también Pedro Solbes.
¿De verdad que envió el Gobierno Sánchez-Iglesias a sus ‘perros’ sindicalistas para echar porquería y desprecio durante la inauguración del Hospital Público “Enfermera Isabel Zendal”? Llegado un descontrolado momento, podría descongestionar todas las UCI de España. ¿Comprenden cómo la izquierda solo demuestra ineficacia e insensatez, a la vez que desprecia lo público?
Ese inútil papel lo ha adoptado ahora la sospechosa falsa líder de Más Madrid, origen de la ilegal Más País. La ME-MA (médico y madre) de la Asamblea madrileña ya ha demostrado la bajeza moral y política en que se encuentra instalada, además de su demostrada ineficacia e incoherencia; de ahí los zascas que recibe todos los jueves en la Asamblea. Y es que, cuando no se trabaja con eficiencia y efectividad, suelen dar a uno hasta en el cielo de la boca.
No soportan que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, triunfe por su trabajo y eficiencia de sus equipos. A algunas personas --que no han salido adelante por sí mismas, sino por el vulgar demérito de otros-- le «sangran» las rodillas, se les llena la boca de «feminismo ilustrado», e incluso nos recuerdan a la gata Flora. Y no es por casualidad.
Mejor, ahí lo dejo. Fango que se remueve, peor huele, dice el refranero.
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