En esta España nuestra salta la liebre o el gazapo cuando menos se espera. Nadie duda de que el presidente socialista y felón cargará con muchos mochuelos en los próximos años. Está rodeado de corrupción, malas artes y peor gestión. España ya parece una subasta de tramposos, jueces en lucha, gobernantes irresponsables, ladrones del dinero a los parados y jueguecitos para implantar el impuestazo a la banca y a las energéticas, entre otras guerras sin cuartel. Cada día huele peor en los alrededores de Moncloa y Ferraz. De nada le va a servir a Sánchez clamar a Poncio Pilatos porque los españoles ya no comulgan con ruedas de molino.
La UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) ha abierto un nuevo flanco de investigación donde Podemos aparece y el titular de decenas de cuentas bancarias --un tal Monedero, ya acusado en su día de fraude fiscal, además de insultador habitual de periodistas honrados— no tiene otra ocurrencia que cargar contra García Castellón, una de las joyas de la corona y alejado del protagonismo al que nos tenían acostumbrados el tal Garzón, expulsado de la Judicatura o el hoy escondido, Pedraz.
Ya pueden aclarar bien lo de las cuentas repartidas entre Tríodos, Santander y CaixaBank porque, si no se confirma, la Judicatura va a quedar como Cagancho en Almagro. No son inventos recientes, sino que Anticorrupción ya llevaba meses trabajando sobre evidencias con una mezcolanza de sospechosas transferencias. Hablamos de una causa secreta, aunque cada vez menos. El reseñado movimiento trilógico parece que presenta rasgos evidentes vinculados a lo que conocemos como blanqueo. Hugo Carvajal, «el Pollo», lo largó todo sin dejar títere con cabeza.
Otra liebre con gazapo suelto es el tributo condenatorio a las energéticas, que supondrá un ingreso desproporcionado para la Hacienda Pública, al igual que la pedrada a los bancos con la diana puesta en la diferencia neta de lo pagado y lo repercutido en cuento a intereses y comisiones. Al parecer se van conociendo datos clarificadores como que será temporal el impuestazo y se pagará sobre las cuentas del ejercicio económico vencido.
No estaría mal que el Gobierno se autoimpusiera un impuesto sobre la malversación de los diferentes ministerios, el uso abusivo de medios de transporte por parte del presidente y sus acólitos ministeriales, además de sobre el malgasto durante el tiempo de pandemia. Siguen saltando liebres y gazapos por doquier, aunque los medios de comunicación afines y fuertemente subvencionados prefieren «situar su lengua en su propio orto» antes que hablar con propiedad.
De otras cuestiones no conocerán estos sociatas, pero de imponer sanciones, repercutir las mismas en los demás y prohibir cuanto a ellos daña…de eso saben mucho y son avezados maestros. Me sorprende que Sánchez y Montero quieran echar el mochuelo a la CNMC para encargarla de vigilar la prohibición de las repercusiones bancarias. Sigue oliéndome a represión y corrupción, cuando ni siquiera supo ver esa Comisión el frade de las subordinadas y preferentes de algunas entidades bancarias.
No me voy a extender con las liebres y los gazapos. Piensen en cómo fertilizan ya el terreno para otorgar beneficios a los sentenciados expresidentes, Griñán y Chaves. Acabarán indultados, pero el pueblo se lo hará pagar y llevarán esa cruz como partido corrompido y despreciado. Donde los tribunales ven corruptos, el PSOE y el Ejecutivo solo ven honrados ciudadanos, a pesar de haber participado en el saqueo de los 680 millones del erario público y más que está pendiente, junto con decenas de corrompidos altos cargos.
Si indultaron a prevaricadores golpistas del independentismo catalán, ¿cómo no lo van a hacer con políticos ladrones de la Administración pública? Entre bomberos no se pisan la manguera. Usarán la misma argumentación. Compruebo que la ética se la pasa cada día el presidente por el arco del triunfo. Pero, tranquilos, han caído torres más altas y asentadas.
Un dato curioso: apenas terminado el Consejo de ministros, ya salieron aleccionados todos cuantos comen en dornajos ministeriales. Tardaron en ir a una menos que en Fuenteovejuna. Devolver lo robado e ingresar en prisión es lo procedente y ajustado a Derecho. María Jesús Montero estaba en esos gobiernos corrompidos del PSOE-A y su viacrucis no ha terminado. Al tiempo.
Y no sólo son estas liebres y gazapos las que andan sueltas. Hay muchas otras que lo están y no deberían estarlo. El Ejecutivo se lleva las horas muertas: es lo más parecido a las gallinas de Cafarnaúm, incluso a la gata flora. Merece que le hagan los perrillos de cuando en vez.
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