Tuvieron la virtud de hacerse varios ofrecimientos, mientras tanto el tiempo examinaba su libro de apuntes cotidianos, y resultaba que diario se dan cosas distintas, que dan a algunos sabor y a otros sinsabores editando su propia versión de cultura, y que maquillan al día y, aunque el tiempo no hace siesta, su alimento es la misma realidad dentro del tiempo, ese es su plácido plato.
Ese testigo diario, con su noble gesto nos regala imágenes gratas para algunos y no gratas para otros. Efectivamente, todo fenece, pero el tiempo nunca envejece ni muere, se mantiene incólume, es como un sentimiento fidedigno que señala y contempla el futuro. Entonces, entre amigos (as) Todas las noches era una religión, que él y la amiga dialogaban, se saludaban, se expresaban cosas interesantes.
-No me dijo nada sobre el libro -le expresó la pintora-.
-Pensé que evadías -expresó el pintor-.
-No para nada. Dónde lo venden -repuso la pintora-.
-Lo entrego de mis propias manos. No está a la venta. Para usted es un obsequio de mi parte -adujo el pintor-.
-Me daría mucho gusto. Si es que usted permite que alguien lo retire. Tengo que hablar con quién pueda pasar. Mándeme su dirección -dijo la pintora, a la vez que emitía una breve risa-.
-Me puede decir su dirección y allí se lo mando. No tenga temor. No desconfíe -le señaló el pintor-. -Lamento que intérprete que no quiere que me lo envíe -sorprendió la pintora-.
-No he interpretado tal cosa, me extraña me diga semejante cosa -inquirió el pintor-.
-Debo coordinar con un familiar, que es de su ciudad, y su trabajo de agricultura lo mantiene entre Managua, Masaya y Rivas. No puedo precisar cuando el podría -señaló la pintora-.
-Me avisa. Cuando tengo amarrado todo. Y yo le envío mi dirección. Recuérdele que a veces las cosas mas complicadas salen mas fáciles. En este momento estamos de lo difícil a lo fácil, y no de lo fácil a lo difícil -puntualizó el pintor-.
-Ahí veremos cómo coordinar -repuso la pintora-.
-Usted avíseme y yo me preparo para la entrega. A lo mejor sale premiada con un regalo más. Una obra pictórica mía. No soy tan bueno como ¡vuestra majestad! Sólo se que, arte es arte. Lo que para muchos es bello, para otros es feo. Así son los dilemas de este mundo cruel. No hablo de usted. Hablo del mundo entero. Ojalá no me equivoque -inquirió el pintor-.
-Usted puede salir premiado también -dijo la pintora-.
-Bueno. Gracias anticipadamente por si o por no -sorprendido expresó el pintor-.
-Jajajaja -emitió una risa escrita la pintora-.
-Realmente, siempre se está en nuevos tiempos, nada es viejo, donde se entrecruzan dos vidas: la de estar vivo y la vida en la muerte, entre relaciones de hermandad, en parte odio, hipocresía, envidia, revanchas y de críticas severas que no conlleva a nada. Es más sabio la amistad y el entendimiento al tiempo cotidiano, donde todos estamos inmiscuidos -así finalizó el amigo pintor-. La amiga pintora asintió con un meneo de cabeza gesticulando a la vez SI maestro.
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