Se volvió a repetir el guión de las últimas temporadas, y el Real Madrid vuelve a dar primero en la temporada al hacerse, por quinta vez seguida -cuarta seguida ante el Barça- y novena en su historia, con la Supercopa Endesa, al vencer nuevamente a su gran rival, en un partido que se ha resuelto en la prórroga y que ha cumplido con las expectativas que se le piden a este tipo de encuentros.
No ha sido un partido excesivamente brillante, pero sí ha tenido muy buenos momentos y, tal vez lo más importante, no le ha faltado emoción, al decantarse -a favor del de casi siempre- en el tiempo extra.
Allí el Madrid ha tenido más aplomo en los tiros desde la personal y, sobre todo, ha defendido mejor, de la mano de un inmenso Eddy Tavares, un valladar que ha cerrado su enorme actuación con un vital tapón a Sanli cuando su equipo ganaba por dos. El pívot, hoy con 24 puntos y 40 créditos de valoración -récord absoluto en un partido de Supercopa-, se ha alzado merecidamente con el MVP de la final.
Al Barça, por el contrario, pese a merecer tanto como su rival la victoria, se le resiste desde 2015 el torneo que abre la temporada española, saliendo derrotado por cuarto año consecutivo ante su máximo rival.
Madrid vs Sanli El Madrid comenzó el partido en muy buena sintonía colectiva, con un juego rápido y vertical, y con la anotación bastante repartida entre sus jugadores. Todo ello contrastaba con un Barça atascado a excepción de Sanli, a quienes sus compañeros sí que conseguían encontrar, y que anotó los primeros once puntos culés.
Así, pese al mejor juego de los de Chus Mateo, el primer cuarto transcurrió bajo la senda general de la igualdad (17-15, min 10), con momentos de altos vuelos, como el doble alley-hoop de ida y vuelta a una mano de Poirier y Vesely.
Igualdad que no hubo en el segundo. El Barça consiguió maniatar a un Madrid atascado ofensivamente, llegando a tenerle por momentos contra las cuerdas. Kuric, ayer ausente y hoy dentro del equipo en sustitución de Higgins, sacó su excelente muñeca a pasear.
El Barça golpea duro Con la ayuda de otros como Jokubaitis o Kalinic, el escolta norteamericano lideró, con 8 puntos, el ataque del Barça frente a un Madrid que, pese a la labor de Tavares y las acciones del siempre brillante Musa, se veía diez abajo justo antes de que una última canasta del escolta bosnio dejara la renta barcelonista en +8 (29-37 al descanso).
Sanli, de nuevo en cancha, volvió a martillear constantemente la canasta madridista en los inicios del tercer cuarto. El Madrid no sabía cómo pararlo, y el único temor del turco era esa tercera personal tan tempranera que le ponía al borde del peligro.
Los de Mateo intentaron buscarle la cuarta enfrentándole a Tavares, pero sin conseguirlo porque Sanli estaba "on fire" en ambas zonas... y también porque alguna que otra vez también se libraba milagrosamente. Una de las canastas del turco, que acabó con 21 puntos, puso la máxima a favor del Barça, 33-45, ante un Madrid obtuso y que se veía contra las cuerdas.
Otra vez el "Increíble Llull" Pero si hay un equipo y un jugador capaces de dinamitar un partido en pocos minutos y de dejar en nada una desventaja amplia, esos son el Madrid y Sergio Llull. Dicho y hecho: tras un tiempo muerto de Chus Mateo, los blancos anularon la renta culé de forma exprés, comandados por ese juvenil de primer año que lleva el número 23.
Llull, como en otras tantísimas ocasiones, se puso el traje verde del "Increíble Llull" y, con tres triples a cada cual más espectacular, enardeció a la mayoría de seguidores blancos presentes en las gradas de San Pablo llevando a su equipo a un parcial de 19-2 con el que se fueron seis arriba antes del cuarto final (55-49, min 30).
Pero al Barça hace falta más que eso para enterrarlo de anticipo. Antes de cometer su cuarta falta Sanli dejó sendas perlas desde la personal y la pintura; mientras que Kuric devolvía la ventaja a los de Saras gracias a su mano de seda.
Fue entonces, con 58-59 a 6:31 del final, cuando Sanli hizo su cuarta falta frenando la penetración de un Rudy que debió dejar la cancha aquejado seriamente de su muñeca. Y, extrañamente, lo mismo hizo Sanli, reservado en principio por Jasikevicius por su riesgo de eliminación pero que no volvería a comparecer hasta bien avanzada la prórroga.
Tavares, minutos de MVP El partido se convirtió en un toma y daca constante, con Tavares creciendo definitivamente sin la oposición de Sanli, y con la oportunidad inicial de ganarlo para el Madrid, que con empate a 71 tuvo la última posesión a falta de 15 segundos.
Cuando todos pensábamos que se la jugarían Llull, Tavares en la zona o Musa, Deck hizo suyo el triple que no fue el del triunfo, porque el aro lo rechazó. Pero los blancos sí que lograron campeonar en una prórroga que comenzó mal para el Barça con una técnica a Saras, pero en la que los culés tuvieron tantas opciones de ganar como su rival.
El acierto blanco desde la personal y el valladar Tavares en su propia zona acabaron por dar el triunfo, como en los últimos cuatro años, como en otras ocho ediciones anteriores a ésta, al Madrid. Un Madrid que, como el Barça, aspiran un año más a seguir dominando en la ACB -la ventaja con el resto continúa siendo sideral- y, naturalmente, a terminar con el dominio del Anadolu Efes en Europa.
89- REAL MADRID: Causeur (3), Musa (19), Deck (15), Yabusele (9), Tavares (24) -cinco inicial-, Llull (14), Rudy (3), S. Rodríguez (-), Hezonja (-) y Poirier (2). 83- BARÇA: Satoransky (-), Laprovittola (12), S. Martínez (-), Tobey (9), Sanli (21) -cinco inicial-, Kalinic (8), Abrines (4), Vesely (8), Kuric (10) y Jokubaitis (11). PARCIALES: 17-15, 12-22, 26-12, 16-22 y 18-12. ÁRBITROS: Daniel Hierrezuelo, Antonio Conde y Jordi Aliaga. Eliminaron por personales a los azulgrana Vesely y Sanli. INCIDENCIAS: Final de la Supercopa Endesa. Pabellón San Pablo (Sevilla), casi lleno, con muy pocos asientos vacíos. En los prolegómenos se ofreció a los aficionados el trofeo de campeones de Europa recientemente conquistado por la selección masculina.
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