Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | El segmento de plata | Luces y sombras | mayores | Ventajas | Edad | Inconvenientes

Luces y sombras del segmento de plata

A medida que trascurren los años comienzas a descubrir las ventajas e inconvenientes -que disfrutas o padeces- a medida que te adentras en el segmento de plata
Manuel Montes Cleries
jueves, 29 de septiembre de 2022, 12:28 h (CET)

Luces. Los datos de tus documentos y especialmente tu aspecto externo, son un reflejo indiscutible de tu ineludible paso hacia la senectud. La última vez en que he sido consciente de este hecho ha sido cuando he tenido que acudir a la delegación de la DGT de mi ciudad. De todos es sabido que los trámites en dichas oficinas son largos y farragosos. Amén de desesperarte intentado solucionarlos por Internet, cuando te acercas a tus oficinas has de contar con cita previa y un buen rato de espera hasta que aparece tu número en las pantallas.

   

Mi petición de ayuda en la búsqueda de una ventanilla de información, fue atendida amablemente por uno de los vigilantes que deambulan por dichas oficinas. Un amable caballero que soporta cuantas preguntas se le formulan estoicamente. Me miró por un instante y me dijo: “va usted a tener suerte; hay una ventanilla especial para los mayores a la que se puede dirigir directamente con este número que le voy a facilitar”. Mano de santo. En diez minutos mi problema solucionado. Un pequeño milagro.


Sombras. Me he mudado a un barrio muy moderno. Proliferan los bares, restaurantes, pizzerías, “Burger”, guarderías, centros de estudios, gimnasios, oficinas, despachos de abogados, etc. Todo ello al servicio de familias jóvenes de clase media alta, cargadas de niños y de hipoteca así como de estudiantes de la cercana universidad. Como complemento ineludible, el barrio está provisto de un parque móvil importante y una escasez meridiana de aparcamientos.


Cada mañana recorro sus calles a buen paso, mientras ejercito mi cuerpo con una caminata suficiente para mantenerme medio en forma. A lo largo de la misma, puedo observar muchos setentones –o de más edad- que deambulan sin rumbo y ocupan los numerosos bancos, que, eso sí, están a su disposición en sus amplias calles y zonas ajardinadas.


En Málaga tenemos un clima privilegiado. Pero, queramos o no, a los largo de siete u ocho meses del año hace una ligera “rasca” apenas te apartas de los rayos de sol. ¿Nos tenemos que quedar en casa? ¿Dónde nos refugiamos si decidimos echarnos a la calle? ¿Tendremos que correr el riesgo de quedarnos helados y petrificados como los bancos en que descansamos? No hay un centro de mayores en muchos metros a la redonda. No nos han tenido en cuenta a la hora de diseñar un barrio moderno y funcional.


Me he puesto en contacto con el concejal de Asuntos Sociales de nuestra ciudad. Desconocía el tema. Me habla de unos centros de mayores que se encuentran a más de un kilómetro de distancia. Muchos de los pertenecientes al “segmento de plata” ya no conducen. Le argumento que ni siquiera existe el café o el bar adecuado (tipo clásico) para acoger a los mayores en su partida diaria. Me dice que se lo pensará.

 

Quedo a la espera. Seguiré añorando mi viejo centro de mayores de la Torre de Benagalbón o del Puerto de la Torre. O un “bareto” que te permita echar la partida o el rato de conversación a cambio de un pequeño consumo. Nos conformamos con poco.

Noticias relacionadas

En nuestra realidad circundante, en lo que solemos citar como nuestro entorno, el sistema judicial tiene como objetivo no la Justicia, abstracción platónica que nos trasciende, sino garantizar, con realismo y en la medida de los posible, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, que no es poco. Por eso hablamos de Estado de Derecho, regido por la Ley.

Estamos habituados a tratar con las apariencias, con la natural propensión a complicar las cosas en cuanto pretendemos aclarar los pormenores implicados en el caso. Los pensamientos son ágiles e inestables. Quien los piensa, el pensador o pensadores, representa otra entidad diferente. Y curiosamente, ambos se distinguen del fondo real circundante, este tiene otra urdimbre desde los orígenes a sus evoluciones posteriores.

Dejó escrito Salvador Távora sobre Andalucía que «la queja o el grito trágico de sus individuos sólo ha servido, por una premeditada canalización, para divertir a los responsables». No sé si mi interpretación es acertada, pero desde que vi por primera vez su obra maestra, Quejío, en el teatro universitario de Málaga creo que muy poco después de su estreno en 1972, el término adquirió para mí un sentido diferente al que antes tenía.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto