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Rémoras del estado policiaco en Paraguay

El pasado autoritario sigue vivo en un Paraguay donde los ciudadanos no pueden circular por las calles céntricas a horas de la noche
Luis Agüero Wagner
viernes, 8 de enero de 2016, 23:00 h (CET)
Dijo alguna vez Winston Churchill que hay democracia cuando a las tres de la mañana toca a la puerta el lechero y no la policía. Desgraciadamanete, en el Paraguay del siglo XXI se sigue viviendo el tenebroso pasado autoritario que muchos quisieran olvidar.

Cuando agobiado por el calor de las noches asuncenas, tomé el volante para comprar una bebida refrescante a medianoche, me sorprendió una brigada polical que aparatosamente buscó cerrarme el paso con violentos gestos.

Como en Paraguay hay varios casos de secuestros que han sido escenificados por delincuentes disfrazados de policías, decidí ignorar las señas y apreté a fondo el acelerador. No debí recorre mucho para ponerme a salvo, dado que el incidente que relato sucedió en la misma esquina de mi casa, apenas había abandonado la cochera.

Lamentable rémora del estado policiaco de la época de la dictadura....Una policía que se resiste a olvidar lo tenebroso de su propio pasado, haciendo una barrera ilegal en la esquina de mi casa y buscando sacarme dinero, reteniendo el vehículo en el cual yo estaba circulando sin orden judicial alguna, y sin haberme sorprendido in fraganti en absolutamente nada....Como me negué, procedieron con violencia contra mí e intentaron violar mi domicilio.

Como si fuera que estaban procediendo contra algún peligroso criminal, pidieron refuerzos y en pocos minutos se presentaron más patrulleras.

También fingieron desconocer mi domicilio, siendo que se trata de policías de la comisaría de la cual mi familia es benefactora, y de mi barrio, del cual soy habitante hace cuarenta años, con el evidente propósito de extorsionar de forma alevosa y descarada.

Por si no bastase todo esto, buscaron chantajearme amenazando con llamar a la prensa y exponerme a un supuesto bochorno. Curiosamente, un periodista amigo se apersonó en el lugar raudamente a pedido de las “fuerzas del orden”.

Simultáneamente, llamé a solicitar la presencia de otros medios, que también se hicieron presentes para evitar que un solo periodista se encargue de divulgar a su antojo la “noticia”.

Anunciaron antes que darían una versión falsa a la prensa a la cual llamaron. y a la cual encaré sin inconvenientes, explicando que este tipo de rémoras de la época dictatorial debe ser erradicada de nuestra sociedad.

No se dieron por vencidos a pesar de ser evidente que no lograrían su objetivo de extorsionarme, y siguieron “montando guardia” frente a mi casa por largas horas.

Me mantuve firme en mi posición, y advertí a mis iletrados acosadores que con el chantaje al cual me sometían se exponían a ser denunciados por violar mis derechos ciudadanos.

Dijo el escritor polaco Stanislaw Jerzy Lec que un estado policial no solo está habitado por policías. La lamentable policía paraguaya debería tomar nota.

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