Los datos de inflación de la eurozona, que se sitúan en el 10,7%, vuelven a indicar que los precios están lejos de haber tocado techo. Vamos a tener que estas muy pendientes de si la subida de tipos por parte del BCE está teniendo efecto, cosa que por ahora no ha ocurrido, pues la inflación sigue su curso ascendente. Por otra parte, si miramos la subyacente, vemos que se sitúa también en un récord histórico, el 5%. Por partidas, la energía y los alimentos siguen subiendo, y tampoco ayuda la depreciación del euro, puesto que se importa inflación.
La pregunta que se plantea es si el BCE seguirá su última indicación de que subirán los tipo 0,5 puntos básicos en vez de un 0,75. Es una cuestión compleja ahora mismo porque no se está viendo por ahora el impacto de las medidas. No obstante, siempre hay un efecto retardo y tendremos que seguir vigilando la situación.
Mientras tanto el PIB de la zona euro para el tercer trimestre queda en un dato del 0,2%, frente al 0,8% del segundo trimestre. Son claros indicios de que la temida recesión está cada vez más cerca. Tras estos datos se encuentra la inflación en aumento; el incremento de costes; la subida de los tipos de interés que hace que se consuma menos; los conflictos geopolíticos; y una ralentización económica global. También hay que comentar que algunos países ya están en contracción, como Austria o Bélgica. La indicación en este contexto es que el último trimestre del año puede ser el primero en el que no se crezca nada o se haga en términos negativos, lo que abriría las puertas a tener un inicio de 2023 también muy negativo.
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