Es difícil encontrar una escritora con ese manantial de ideas relativas al tan digno, hermoso y necesario oficio de las letras y que sepa tan bien contagiarlo al lector, que se convierte en espectador de la historia relatada. Siempre me ha cautivado su estilo tanto desde lector como de escritor por sus maravillosas obras llenas de talento, belleza y emoción.
Si como lector soy un ávido vampiro de letras, insaciable como escritor y columnista, soy un apasionado que se nutre de su sabiduría y maestría que aspira a ser un escultor de la emoción con el cincel de la palabra, donde soy un humilde apasionado que aspira a llegar a ser un escultor de la emoción desde el cincel de la palabra.
He de reconocer que la pasión de la escritura, así como el de la lectura es un maravilloso vicio insaciable y corruptor que te atormenta y te atrapa hasta el día de nuestra muerte y esta obra es una clara muestra de ello.
He sido afortunado de leer esta nueva obra que gira, en torno a dos personajes de carácter, Alexander, un apuesto vampiro y Lady Alyssa, una mujer que deja huella, por su fuerza, por su sensualidad y por un hechizo especial que se podría decir que es mágico.
Un buen escritor, en este caso escritora es más valiente si se atreve a romper antes que por lo que se atreve a publicar y ella es un claro exponente de esta afirmación. Siempre he dicho que un buen escritor, como es este el caso, con Beatriz Muñoz.
La historia toma fuerza, no sólo por sus dos protagonistas, sino por unos secundarios de lujo, como son los personajes de Blaire, Rossy y Victor. En esta obra Beatriz Muñoz rompe con todos los estereotipos de esas novelas de vampiros que tanto éxito han logrado y consigue una acertada y justa mezcla entre la realidad de los humanos y la ficción de las novelas de este género, que tantas satisfacciones nos ha aportado.
Sus primeras páginas me llamaron lo suficiente la atención como para seguir su lectura y al poco mi interés fue creciendo hasta que llegue al final con la certeza de encontrarme ante una obra excepcionalmente única.
Con un estilo ágil, actual y juvenil, como la escritora y en ocasiones algo subido de tono, este libro ha tenido el acierto de hincarle el diente a la yugular de la emoción y estoy convencido que será una obra que dará mucho que hablar y por tanto más que recomendable. Podría afirmar que ha sido amor al primer mordisco parrafeando al estilo de la novela.
Me resistiré a la tentación de explicar al futuro lector, que eres tú y que desde aquí aprovecho para saludarte, lo que me dejó boquiabierto y logró sacarme la más sincera de mis sorpresas. Es mejor que lo descubras por ti mismo.
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