Por muy dura que
sea, la vida, la historia, el mundo es real no se equivoca, orienta. Sea como sea, que esté el tiempo a diario vemos una película de enfermedades, muertes, el nacimiento de un nuevo ser y un sinfín de cosas interesantes protagonistas; que mejor legado que vivir, envejecer y morir. Por mucho que hagamos esfuerzos no existe manera de evadir la vejez y la muerte, inclusive, se puede perder la vida por cualquier enfermedad, o accidente. Somos viajeros en el tiempo de día y de noche, o como la lluvia que va y viene. Ante todas estas realidades muchos se dedican a leer la Santa Biblia, pero no es lo mismo leerla que sentir la presencia omnipotente. "esos" viven engañados, pretendiendo refugiarse, usándola como un escudo, para protegerse creyendo que con ello se salvarán, jamás, al Omnisciente no se le puede engañar, el engañado es uno; la esperanza de la vida es lo único que mantiene en pie, mientras llega la hora de partir y dormir el sueño de los justos, a los injustos a saber que les tocará. La vida es tan breve. No hay ciencia que pueda mantener vivo (a) para eterna memoria al ser humano, imposible, quizás alargarla. No estamos diseñados para vivir eternamente, pero existen razones para tener esperanza en algo. Vivir físicamente para siempre sería maravilloso, lo único que podría ser es que, las buenas obras que se hacen abonen para seguir estando vivo y que no se te olvide, después de la muerte física, miles tras miles de casos existen que hicieron excelentes obras y son enterrados en la memoria de las mentes y nunca fueron recordados, quizá a la muerte de un Obispo. Es una realidad de realidades tal vez para muchos sea posible, pero para otros no, que, desde la predica de los preceptos bíblicos Él se tragará para siempre la muerte. Sólo hay que esperar. Ahora somos Una sombra en el camino, en, cualquier instante o estamos vivos, enfermos o muertos, de eso nadie se escapa, mientras tanto continuemos haciendo el bien en obras justas, así el vientre del alma tendrá un bello parto, el sentimientobueno, el malo se aparta.
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