Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Sahara | Paraguay

Comedia entre izquierda y derecha en el Sahara Occidental

Falsa izquierda se llena los bolsillos con “ayuda humanitaria” al Sahara Occidental, a través de ONG corruptas
Luis Agüero Wagner
lunes, 22 de febrero de 2016, 08:35 h (CET)
Lo primero que noté al investigar el tema del Sahara Occidental, hace unos años, fue la similitud que hay entre los grupos afines al Frente Polisario y ciertos grupos relacionados con ONGs en mi país, Paraguay. Ese fue el punto de partida para mi libro, dado que ese paralelismo me hizo ver al problema del Sahara como algo mucho más cercano.

Primero noté que había entre ciertos grupos que estaban no solamente interesados en mantener vivo el conflicto del Sahara si no que lucraban con él, convirtiéndolo en una industria a través de sus OINGs.

En segundo lugar vi toda la similitud que había entre las ONGs que alentaban ese problema y ciertas ONGs en Paraguay cuando se trata de desinformar respecto de la realidad de la que ellos están aprovechando. También esas ONGs de apoyo al Polisario se dedican no sólo a desinformar sobre la realidad social, sino sobre la realidad histórica, económica y política. Exactamente lo mismo que lo que sucede en Paraguay con las ONGs que se dedican a ayudar a los niños de la calle, a los indígenas o a los campesinos pobres. Generalmente apelan a la desinformación, tratan de exagerar y tergiversar la realidad social, política y económica del país para obtener dividendos a través de la ayuda internacional.

Noté esa similitud entre dos realidades, en el Paraguay y en el Sahara. A partir de ahí, no me fue muy difícil comprender la desinformación porque la realidad histórica es inapelable y los derechos de Marruecos sobre su territorio son incontestables. También la realidad económica porque las rutas comerciales en el pasado desde y hacia Marruecos pasaban por ese territorio. También es incontestable la realidad política porque no hay ningún país serio a nivel internacional que haya reconocido a la “RASD”.

Es decir, es comprensible la enorme tergiversación con respecto a la información que difundían esos grupos interesados en mantener el statu-quo de ese conflicto

No es difícil notar, que Argelia es la que orienta, financia, sufraga y arropa al Frente Polisario y es el principal financista de varias ONGs que están realizando esa campaña anti-marroquí. Es notorio que también en España hay muchísimas ONGs que reciben esa financiación y esa orientación.

Si partimos de la base que el conflicto del Sahara es un invento español, como dice Juan Goytisolo, el Premio Cervantes de literatura, lo curioso pasa a ser ridículo en este tema.

Las fronteras que trazó el colonialismo no pueden ser intangibles en el caso del Sahara como las consideran Argelia y los partidarios del Polisario. Esas fronteras fueron dibujadas a lápiz en el mapa de África y no tienen por qué ser respetadas ahora que el colonialismo se ha ido. Si tenemos que luchar contra el colonialismo por qué tenemos que respetar lo que los colonialistas dibujaron en el mapa.

Es una cosa totalmente absurda. Porque si tenemos que respetar lo que el colonialismo español dejó en América Latina, muchos países como el Paraguay y el Uruguay no tendrían que existir. Si fueran intangibles las fronteras que trazó el colonialismo español en Suramérica, existiría un sólo país que englobaría Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina.

A la inversa está el caso del Sahara Occidental, un territorio que el colonialismo español también dibujó en el mapa. Si vamos a luchar y expulsar al colonialismo como dice la gente del Polisario, con ese lenguaje izquierdista, cómo es que ellos se pasan pidiendo a la comunidad internacional que se respete lo que el colonialismo español dibujó en el mapa en África.

Marruecos lo que hizo, sencillamente, es reconstruir su Estado desmembrado por el colonialismo. De otro modo, siguiendo la lógica colonialista española, Marruecos se habría dividido en varios países libres, uno en Tánger y otros en el Rif, en Sidi Ifni, en Tarfaya y en el Sahara.

Es que la intangibilidad de las fronteras coloniales, lo que hoy defienden Argelia y el Polisarion es una pancarta que se ofrece a precio muy barato. Es muy fácil invocar la realidad social de una determinada región como la pobreza, los problemas humanitarios y demás, mientras se dedica a contar el dinero que deja el maná de Europa como hace la gente del Polisario y sus ONGs adictas. Y se pide a gritos volver al colonialismo.

En Paraguay, para comprender la similitud, hay ciertas ONGs, vinculadas a grupos de derecha en Estados Unidos, pero que están integradas por activistas seudoizquierdistas que son receptores de ayuda financiera venezolana. Hay una comedia de estos sectores de ONGs con la izquierda y con la derecha. Esas ONGs que recibieron dinero chavista, y todo está documentado, también recibieron flujos mucho mayores de Estados Unidos en una movida en que los intereses de la derecha y la izquierda se encuentran súbitamente.

En el fondo, todos lo sabemos, está más el dinero que la cuestión ideológica. Y hay ONGs a las cuales nada importa si el dinero viene de Estados Unidos o de Venezuela y son las mismas que están relacionadas con el apoyo al Polisario.

Es de suponer que al poner sobre el tapete toda esta comedia entre la izquierda y la derecha, el conflicto del Sahara tendrá sus días contados.

Noticias relacionadas

Transcurren días de confusión, o así me lo parece, inmerso en la actual vorágine de dichos y hechos en la que se percibe, aunque pueda parecer lo contrario, un predominio del olvido sobre la memoria, pues se superponen pequeños y grandes olvidos (la magnitud, en cada caso, queda a cargo de cada cual). Pienso, en relación con ello, acerca de lo esencial y de lo accesorio. No es fácil discernir entre uno y otro.

Quizá haya sido siempre así, aunque ahora se note mayormente; de cualquier manera, si nos ponemos a observar cómo nos relacionamos, el desapego, la crispación e incluso el enfrentamiento, cobran un rango predominante e inquietante.

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre una realidad que nos atraviesa a todos, pero no por igual: en el mundo contemporáneo, los mercados ocupan un lugar central en nuestras vidas, en tanto que no sólo determinan lo que compramos o vendemos, sino que también influyen en áreas fundamentales como la educación, la salud, la justicia e incluso las relaciones humanas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto