Estrella pasajera… me vigila, yo la llamo peregrina, es más brillante que las otras, es más radiante, grande. Me enamora con sus halos de luz, blanca su esencia y asombrosa, esplendorosa y armoniosa, cariñosa, eficaz en el cometido. En las noches me sigue, entonces sé que Dios aún me quiere y decide perdonar, aún me protege y piensa en mí. Aún le tengo conmigo, estrella peregrina mía y amiga que me vigila y siempre es la misma, que me da suerte, que me guía, que me fortalece, que me cuida, que no me deja nunca.
... Desde aquí quiero agradecer a una editorial extranjera que se ofreció gratuitamente para poner a la venta uno de mis libros. Les tendré en cuenta, si bien de momento, los dejo como están en el blog.
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